Evangelio según San Marcos 1, 29-39

martes, 12 de enero de
image_pdfimage_print

Jesús salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato.

 

El se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos. Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados, y la ciudad entera se reunió delante de la puerta.

 

Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios; pero a estos no los dejaba hablar, porque sabían quién era él. Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando.

 

Simón salió a buscarlo con sus compañeros, y cuando lo encontraron, le dijeron: “Todos te andan buscando”.

 

El les respondió: “Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido”. Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios.

 

 

Palabra de Dios

 

 

 


Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno

 

 

Queridos hermanos y hermanas , queridos oyentes de Radio María que a través de Oleada Joven estén abiertos a la palabra de Dios de cada día, hoy leemos el evangélio según San Marcos 1,29-39.

 

Aquí Jesús hace distintas curaciones, dice que curo a muchos enfermos que sufrian de distintos males. Esto es realmente una gran emoción del paso de Jesús por la vida de la gente. Antes también Jesús hace un signo con la suegra de Simón Pedro que estaba en cama con fiebre y Él la toma de la mano y la hizo levantar. Muchos signos a una persona en concreto, muy clara a Pedro y luego en el texto comienza la misión de jesús, dice :

Por la mañana, antes de que amaneciera Jesús se levantó y se fue a rezar. Despúes cuando Jesús es advertido que mucha gente lo busca, Él les pide a los discipulos que lo acompañen para ir a otro lado a predicar, porque “para eso he venido, para eso he salido”.

 

Jesús no es simplemente un “milagrero” sino que los signos que realiza lo hace en función de la predicación, del anuncio del reino de Dios a todas las personas que quieren estar abiertas y dejarse seducir, dejarse impregnar por la Palabra que es transformadora.

 

También en nosotros queridos hermanos y hermanas y queridos oyentes, se hace urgente que descubramos por encima de todo lo que a nivel personal nos puede estar haciendo el Señor, que salgamos de nosotros mismos y anunciemos a Jesucristo desde los pobres a todos, para que se formen comunidades orantes, fraternas y misioneras y que vivan este misterio de Amor que es la presencia de Jesús entre nosotros.

 

Que hermoso es saber que la evangelización se realiza, en el decir de los obispos de Aparecida y en la pluma del Papa Francisco, Jorge Bergoglio en aquel entonces, no por invasión o proselitismo, sino por testimonio e irradiación.

 

Ser misionero, significa por lo tanto vivir la fe hasta las últimas consecuencias. Sólo si somos anunciadores del reino podemos decir “estamos/estoy viviendo a fondo el llamado de Dios”.

 

El Señor los bendiga, los proteja, los cuide y les de la Gracia que más necesiten.

 

 

Fuente: Radio María Argentina

 

Radio Maria Argentina