Dicen que un nuevo año es siempre una nueva oportunidad. A algunos se les da por planificar y revisar la vida en el último mes del año. Pero a otros, entre la vorágine de las fiestas, las reuniones familiares y con amigos, ¡que se extienden hasta la primera quincena del año a comenzar!, recién comienzan a hacer este “inside” a mediados del primer mes del año.
Tal vez vos sos uno o una de esos/as. Quizas recién ahora pensás en todo lo vivido y te animás a questionarte en cómo y qué planificar para este nuevo año. Preguntas del tipo “¿Qué oportunidades nuevas tengo? ¿Qué hace tiempo vengo postergando?” Nosotros queremos acercarte una propuesta superadora: comenzá tu año diciendo a Dios: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.
Animate y arriesgate a preguntarle a Dios cuales son Sus planes para tu vida en este año. Disponete para la aventura.
Si no sabés cómo empezar, acá te damos el primer envión; el salmo 39. ¡Rezalo y comenzá a transitar la mejor de tus travesías!
Esperé confiadamente en el Señor:él se inclinó hacia míy escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa infernal,del barro cenagoso;afianzó mis pies sobre la rocay afirmó mis pasos.Puso en mi boca un canto nuevo,un himno a nuestro Dios.Muchos, al ver esto, temerány confiarán en el Señor. ¡Feliz el que pone en el Señortoda su confianza,y no se vuelve hacia los rebeldesque se extravían tras la mentira! ¡Cuántas maravillas has realizado,Señor, Dios mío!Por tus designios en favor nuestro,nadie se te puede comparar.Quisiera anunciarlos y proclamarlos,pero son innumerables.
De nuestra redacción
Corina Acevedo