El Baúl Magico

miércoles, 3 de febrero de
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A poquitos dias de haber celebrado la Fiesta de Don Bosco les comparto un pequeño cuento que relata la historia de muchos de los pibes que buscan amor y contención en nuestras obras salesianas.

 

 

El Baúl Magico

 

Nunca vamos a olvidar aquella tarde de invierno. El viento soplaba y el frio nos calaba los huesos.

 

Estábamos volviendo de las hamacas de la plaza cuando nos llamó la atención ver a un pibe que cruzaba corriendo la calle en dirección a la parroquia. Esta es la historia de Mati.

 

Mati era un chico de unos 10 años. Como todos los de su edad la tranquilidad y la pasividad no era lo que lo caracterizaba. Mati había llegado por la insistencia de su amigo Claudio pero no entendía bien a qué había ido. Apenas llego  se encuentró al padre Juan y  este le dijo:

 

– Hola Don, ¿le puedo hacer una pregunta?  

 

– Hola hijo, soy el padre Juan, ¿y vos cómo te llamás?

 

– Mati –  le contesta el chico- .

 

– ¿Cómo andas Mati, que contás?

 

– Todo mortal Padre, pero tengo una duda. ¿Por qué los chicos vienen a su casa todos los días, que regalan acá?

 

El padre se quedo pensativo y luego de unos segundos le dije:

 

Acá tenemos un baúl mágico, enorme, lleno de regalos. Ahora que pienso creo  hay uno que te va a gustar.

 

– ¡Heeee Padre! ¿cuál? ¿Qué me va a regalar?

 

– Sonrisas le dice el padre Juan. Acá lo que regalamos entre otras cosas son sonrisas.

 

– ¿Sonrisas? Le dice asombrado Mati.

 

– Si, Sonrisas Mati, y otros regalos muy especiales.. Para conocerlos tenés que entrar.

 

– Usted me está chamuyando padre. Dígame la papa, ¿qué regalan acá que vienen todos los dias los chicos? ¿Comida, ropa, algo pa jugar? dele padre dígame.

 

– Bueno Mati si no me creés,  por qué no te quedas con nosotros así te regalamos algo del baúl a vos también, dijo el padre Juan.

 

– Pero a mi no me hacen falta esas cosas padre, yo quiero plata y algo de ropa pa llevar a las casas.

 

– Bueno Mati, dale entrá ¡Vení y te vamos a dar la que vos quieras!.

 

Y asi Mati entró por primera vez al oratorio de la parroquia.

 

Luego de aquel frio día de invierno pasó el tiempo y Mati cada día después del semáforo volvía a la parroquia a seguir buscando el famoso baúl del padre Juan. Mati no encontraria la plata que buscaba pero si encontró esos regalos que a veces no encuentran los chicos  en su casa, en el colegio o en el semáforo.

 

Aquella tarde de invierno Mati empezaría a encontrar muchas cosas que lo harían   feliz durante mucho tiempo: Una segunda casa, un abrazo, una sonrisa, una lagrima, un te quiero, un abrigo, un pedazo de pan, una chocolatada caliente, un “hola seño”, un gracias, un “no me sale”, un “hola padre”, un gracias.

 

Todas estas palabas que parecen estar sueltas cobran vida en el corazón de Mati cuando está en el oratorio de la parroquia.

 

Ya pasaron  8 años desde aquella tarde de invierno. El padre Juan y Mati ya no estan pero el oratorio sigue regalando esas cosas del baúl mágico.

 

El sueño del padre Juan sigue presente hoy en los que intentan seguir buscando un nuevo Mati al cual regalarle  las cosas mas lindas y simples de la vida como una sonrisa.

 

 

Renzo Aguirres

 

Renzo Aguirres