Virgen de Lourdes

jueves, 11 de febrero de
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Dóciles a la invitación de tu voz maternal,

 Virgen Inmaculada de Lourdes,

acudimos a tus pies en la humilde gruta

donde apareciste para indicar a los extraviados

el camino de la oración y penitencia,

dispensando a los que sufren las gracias

y prodigios de tu soberana bondad.

Recibe, reina compasiva, las alabanzas

y súplicas que pueblos y naciones, unidos en la angustia y la amargura, elevan confiados a Ti.

¡Blanca visión del paraíso,

aparta de los espíritus las tinieblas del

error con la luz de la fe!

¡Mística rosa, socorre las almas abatidas,

con el celeste perfume de la esperanza!

¡Fuente inagotable de aguas saludables,

reanima los corazones endurecidos,

con la ola de la divina caridad!

Haz que nosotros tus hijos,

confortados por Ti en las penas,

protegidos en los peligros, apoyados en las luchas,

amemos y sirvamos a tu dulce Jesús,

y merezcamos los goces eternos junto a Ti.

Amén.

Oración compuesta por Pío XII