Voy por tu rostro, sediento, voy por tu mirada. Busco encontrarte como ese ciervo busca el agua. Sueño de noche y de día ver a tu llegada y contemplar tu belleza anhelada.
Mira mi lámpara: trato de que esté encendida. Noche tras noche ella arde, espera tu venida. Tú que conoces mi alma que por Ti suspira, quiere beber de tu fuente de vida.
Como un niño levanta los brazos llamando a su mamá, a los míos elevo bien en alto clamando por tu llegar… Dios, yo te busco. Dios, te anhelo.
Quiero ver tu rostro y contemplar tu santidad. Quiero entrar en tu morada y en ella habitar. Mira mi lámpara: trato de que esté encendida. Noche tras noche ella arde, espera tu venida. Tú, que conoces mi alma que por Ti suspira, quiere beber de tu fuente de vida.
Como un niño levanta los brazos llamando a su mamá, a los míos elevo bien en alto clamando por tu llegar…
Pablo Martinez