Evangelio según San Mateo 16,13-19.

viernes, 19 de febrero de
image_pdfimage_print

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”.

 

Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”. “Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?”.

 

Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.

 

Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”.

 

Palabra de Dios

 

 

 

 


P. Javier Verdenelli Sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba

 

 

 

 

Dentro del tiempo de Cuaresma que estamos viviendo, hoy celebramos junto a toda la iglesia la fiesta de la catedra de san pedro. La catedra es el lugar desde donde se anuncia, desde donde se enseña, por eso idenficamos en cada diócesis la iglesia catedral, donde se encuentra la cátedra desde donde presiden los obispos, nuestros pastores.

El evangelio de hoy habla de tres puntos: el primero es la opinión de la gente respecto a Jesús (Mt 16,13-14), y las respuestas son variadas: Juan Bautista, Elías, Jeremías, un profeta. Nadie acierta. Pero todos responden desde sus experiencias y sus expectativas sobre Jesús, como hoy también nos pasa, que es grande la variedad de opiniones respecto a Él, y algunos hasta desean construirse un Jesús a su medida.

 

El segundo punto es la opinión de Pedro respecto de Jesús (Mt 16,15-16) Ahora Jesús pide la opinión de los discípulos y los involucra personalmente, porque con ellos vienen compartiendo un camino de crecimiento en la fe, y entre dudas y pruebas Pedro se convierte en portavoz y dice: “¡Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo!” En la misma Palabra de Dios, la respuesta no es nueva, pero sí lo es en Pedro, ya que no es sólo su experiencia al lado de Jesús la que le permite decirlo sino el Padre que el autor de toda la revelación.

Finalmente aparece la respuesta de Jesús a Pedro (Mt 16,17-19). Las comunidades tienen un fundamento firme, garantizado por la palabra de Jesús. Pedro está firme no por mérito propio, sino porque Jesús rezó por él, para que su fe no desfalleciera. La piedra es ahora el fundamento de la fe, fundamento de toda la Iglesia. La superioridad de Pedro reside más bien en conferir garantía de solidez a lo que los demás descubren. Y el signo son las llaves del reino. Llaves de la reconciliación y de perdón.

 

El discípulo que Mateo va poco a poco diseñando tiene su núcleo en la respuesta a una pregunta sobre Jesús, pregunta que hoy nos hace a nosotros: “¿quién dicen que soy?”. La pregunta es la misma ayer y hoy. La respuesta, dará la medida del discípulo.

 

Oleada Joven