Padre, creo firmemente que desde siempre has ordenado
todas las cosas para nuestro mayor bien.
No dejas de guiar mi vida.
Me acompañas en cada uno de los pasos de mi vida.
¿Qué puedo temer? Postrado adoro tu voluntad.
Me pongo totalmente en tus manos, todo viene de Ti.
Yo, que soy tu hijo, creo que todo es gracia.
¡Amén!
Cardenal Van Thuan