Evangelio segun San Marcos 12, 28-34

jueves, 31 de marzo de
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     En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?   Jesús le respondió: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos”.
      El escriba replicó: “Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios”.  Jesús, viendo que había hablado sensatamente, le dijo: “No estás lejos del reino de Dios”.   Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Palabra de Dios


 

Monseñor Baldomero Martini  Obispo de la Diócesis de San Justo

 

“Habla Señor que tu siervo escucha “Hermoso testimonio de un joven, del  joven Samuel al sentirse llamado por su nombre, necesitamos escuchar la palabra que alimenta nuestro camino de fe, hacia la Pascua de la vida.

Hoy en el evangelio alguien pregunta a Jesús: ¿Cuál es el primero de los mandamientos? Mandamientos? Qué significado tiene para ti que me estas escuchando hoy? Para que sirven? Es algo que nos toca,  nos interesa?  Es algo que nos eleva, si lo conocemos?  O es algo que nos oprime?

Jesús que hoy nos abre su corazón de par en par y que nos mira con amor, diciendo mí nombre, tu nombre joven, el mío y el de todos. Y nos dice Amaras al señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas, este es el primero de los mandamientos y el segundo es Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Que importante no! Amaras a tu prójimo como a ti mismo, no hay amor más grande que estos dice Jesús. Que bueno!

Los tenemos que saber  y especialmente a ti que me escuchas, los diez mandamientos son  resumidos así, y son como las señales del amor, para no errar el camino de la fidelidad y del sentido de la vida.

Por eso para vivir con alegría y con sentido nuestra vida joven, la clave es el Amor, una vida sin este amor a Dios y a lo demás, se derrumba y cae en el  egoísmo y en el abismo.

Por eso Animo y  miremos con amor a Jesús y digámosle  hoy de una manera especial: Crea en mí  un corazón nuevo, con la fuerza  de tu amor y queremos amar como vos nos estas amando y si tenemos miedo digámosle: Señor a quien iremos si solo tu, tienes palabras de vida eterna.

En ti y contigo puedo encontrarme con la verdad de mi vida, por eso te invito en estos días que aún faltan de la cuaresma, para descubrir la importancia de los mandamientos, a la luz de las bienaventuranzas y sobre todo a la luz del amor, porque es el amor el que construye , en cambio el egoísmo destruye y corrompe.

Yo te bendigo muy de corazón!

 

 

Oleada Joven