La vida interior

miércoles, 9 de marzo de

Despedida de San Ignacio a San Francisco Javier

 

“Yo te bendigo, Javier:
que Dios bendiga tus hechos.
A grandes empresas vas
y no hay peligro más cierto
que éste de que, arrebatado
por el afán del suceso,
se te derrame por fuera
lo que debes guardar dentro.

La vida interior importa
más que los actos externos;
no hay obra que valga nada
si no es del amor reflejo.

La rosa quiere cogollo
donde se agarren sus pétalos.
Pídele a Dios cada día
oprobios y menosprecios,
que a la gloria, aun siendo gloria
por Cristo, le tengo miedo.

No te acuestes una noche
sin tener algún momento
meditación de la muerte
y el juicio, que a lo que entiendo,
dormir sobre la aspereza
de estos hondos pensamientos,
importa más que tener
por almohada, piedra o leño.

I
Cada mañana tendrás
con la Señora, algún tierno
coloquio, donde la digas
esos dolores secretos
que a la Madre se le dicen
de modo más desenvuelto
que no al Padre que por ser
el Padre, da más respeto.

Mézclame, de vez en cuando,
en el trabajo requiebros
y jaculatorias breves,
que lo perfuman de incienso.
Ni el rezo estorba al trabajo,
Ni el trabajo estorba al rezo.”

Ignacio de Loyola;
Al Divino Impaciente