Evangelio según San Juan 10, 22-30

lunes, 18 de abril de
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Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón. Los judíos lo rodearon y le preguntaron: “¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente”.

 

Jesús les respondió: “Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.

 

Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa”.

 

Palabra de Dios

 

 

 

 

 

 

 


P. Cristian Salomón Sacerdote de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, de Santa Teresa, Arquidiócesis de Rosario 

 

 

 

 

 

Escuchamos hoy el mismo Evangelio que escuchamos el Domingo, del buen Pastor. Jesús estando en el templo, participando de la fiesta de la dedicación del templo, es rodeado por los Judios quienes le preguntan: ¿eres el Mesías? Parece sincera la cuestión, pero en realidad es incidiosa. Jesús les responde sin vueltas: ya se los he dicho con toda claridad y con las obras, pero no creen porque no son de mis ovejas….no lo reconocen porque no quieren…y por eso también lo rechazan.


En cambio las ovejas de Jesús, conocen, escuchan su voz y lo siguen. Él les da Vida Eterna y nadie las puede arrebatar de su mano, porque el Padre Dios también las cuida. El Padre y Jesús son una sola cosa.


El señor no sólo manifiesta que es el hijo de Dios, el enviado y sus obras y palabras ya lo han demostrado, sino que además ha dicho y dice que es el Buen Pastor, expesión que los judios conocen bien porque es lo mismo que decir que es el Mesias, pero ellos no quieren escuchar ni creer. Sin embargo, quienes escuchan, conocen y siguen su voz, son sus ovejas, aquellas que el Padre le ha dado, y que también cuida y proteje.


Somos su pueblo y ovejas de su rebaño, por eso damos gracias y celebramos el don de la Fe, del Bautismo, que nos hizo hijos de Dios, ovejas de un sólo pastor, miembros de su Rebaño, llamados a escuchar e identificar, conocer y seguir, entre tantas voces, al Pastor Bueno que nos da vida eterna.


Agradecidos por su cuidado, por su amor preferencial, por conocernos y por estar siempre entre y con nosotros, queremos ser tambien nosotros ovejas con olor a Pastor, que escuchando, conociendo y aprendiendo del Padre y de Jesús, podamos también nosotros cuidar y guiar a otros hacia la vida Eterna.


Señor danos la gracia de siempre poder escucharte, conocerte y seguirte, danos Vida eterna y corazon generoso, para llevar esa vida a aquellos que estan necesitándola.


Que tengas lindo día. Dios te bendiga

 

 

Radio Maria Argentina