Florecer tras la sequía…

martes, 19 de abril de
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`Comenzó a distraerse y a desviar la mirada del Amor.
Duro, con un cerrojo se hallaba mi corazón.
En la rutina, entre miedos y preguntas, cansado y desorientado, él estaba;
y a su frente, la vista nebulosa se aproximaba.

Procuró de distintas maneras regresar
pero aunque intentó, sin amor, no lo pudo lograr.
Al pasar los días el desánimo creció
y el corazón, al parecer, se rindió.

Lejano veía el camino para poder volver,
imposible parecía el volver a creer.
Pero una suave luz alumbró el trayecto que le devolvería la Paz,
es que ella sabe que lo que más anhelaba era poderlo encontrar.

Y en el silencio fue donde se hizo escuchar
ese susurro que, con caricias, le recordaría su identidad.
Atraído por el llamado de Amor, mi corazón se puso a llorar
y, emocionado, sintió Su abrazo tierno e incondicional.

Hecho piedra mi corazón estaba,
la sequía de él se apoderaba;
ahora reconoce que sin Él nada puede,
que necesario es que con él se quede.

Que de Su presencia no permita que otra vez me aleje
porque a ese Amor, fiel quiero serle;
y aunque digna no soy de que a mi casa entre,
solo basta una palabra Suya y mi corazón se ablanda y florece.´

Cecilia Fernández

18/04/2016

 

Cecilia Fernández