¡Milagro Eucarístico en Polonia!

martes, 19 de abril de
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Sí, a veces una supuesta “hostia sangrante” no demuestra ser más que moho rojo del pan, después de ser debidamente examinada.

 

Pero hay veces en las que al poner una “hostia sangrante” bajo el microscopio y tras someterla a diferentes pruebas, se descubre que es tejido cardiaco humano.

 

En 2013, en Polonia, se demostró que una hostia sangrante era precisamente eso, según anunciaba ayer 17 de abril el obispo Zbigniew Kiernikowski, de la diócesis de Legnica:

 

“El 25 de diciembre de 2013, durante la distribución de la Sagrada Comunión, una hostia consagrada cayó al suelo y luego fue recogida y depositada en un recipiente lleno de agua (vasculum). Poco después, aparecieron manchas de color rojo. El antiguo obispo de Legnica, Stefan Cichy, estableció una comisión para observar el fenómeno. En febrero de 2014, se separó un pequeño fragmento rojo de la hostia y fue depositado en un corporal. La Comisión ordenó la extracción de muestras para conducir análisis rigurosos por institutos de investigación relevantes.

 

 

 

En el anuncio final del Departamento de Medicina Forense, se lee lo siguiente:

 

En la imagen histopatológica, se ha descubierto que los fragmentos de tejido contienen partes fragmentadas de músculo estriado transversal. (…) El conjunto (…) se asemeja en gran medida al músculo cardiaco con las alteraciones que aparecen frecuentemente durante la agonía. Los estudios genéticos indican el origen humano del tejido.

 

En enero de este año presenté la cuestión al completo a la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano. Hoy, según recomendaciones de la Santa Sede, ordené al vicario parroquial Andrzej Ziombro que preparara un lugar adecuado para la exposición de la reliquia, de forma que los fieles pudieran manifestar su adoración de forma apropiada”.

 

Un maravilloso regalo para Polonia y para los muchos peregrinos que se dirigirán a este país, ya sea por la Jornada Mundial de la Juventud o por iniciativa personal, en este Año de la Misericordia

 

 

 

Fuente: Aleteia

 

Oleada Joven