A seguir construyendo

miércoles, 18 de mayo de
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Son sobrados los ejemplos que uno encuentra de individualismo. Sobran los gestos de queja. Como así también las realidades dolorosas e injustas de las cuales nos toca ser testigos y, muchas veces, protagonistas.

 

Es por todo esto que sabemos también que un cierto espíritu de mundo, de desesperanza se nos cuela en el corazón y nos ensombrece el alma. La tentación nos empuja a decidir bajar los brazos ¿Cómo? De diversas formas, una de ellas es la indiferencia, esa que nos empuja a perdernos, también, en el individualismo. Esa que nos hace decir “para qué voy a hacer o  decir si total nada va a cambiar”.

 

Hoy le decimos al Espíritu Santo “Vení y hace todo nuevo, vení y compromete mi vida. Vení y hacela ofrenda concreta” para poder seguir haciendo, construyendo desde y con nuestro granito de arena. Para seguir creyendo que mi granito de arena vale en la construcción del Reino.

 

 

Voy a seguir creyendo, aun cuando la gente pierda la esperanza.

Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.

Voy a seguir construyendo, aun cuando otros destruyan.

Voy a seguir hablando de paz, aún en medio de una guerra.

Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.

Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.

Y seguiré gritando, aun cuando otros callen.

 

Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas

Y transmitiré alivio, cuando vea dolor

Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristezas.

Invitaré a caminar al que decidió quedarse y levantaré los brazos, a los que se han rendido.

 

Porque en medio de la desolación, siempre habrá un niño que nos mirará, esperanzado, esperando algo de nosotros, y aún en medio de una tormenta, por algún lado saldrá el sol y en medio del desierto crecerá una planta.

 

Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría y una mariposa que nos brinde su belleza. Pero… si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo, solo acércate y dame un beso, un abrazo o regálame una sonrisa, con eso será suficiente, seguramente me habrá pasado que la vida me abofeteó y me sorprendió por un segundo.

 

Solo un gesto tuyo hará que vuelva a mi camino. Nunca lo olvides…

Autor : Desconocido

 

Oleada Joven