Evangelio segun San Juan 7, 1-2. 10, 25-30

jueves, 7 de abril de
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Después de esto, Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Chozas, Sin embargo, cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también él subió, pero en secreto, sin hacerse ver.
Algunos de Jerusalén decían: "¿No es este aquel a quien querían matar? ¡Y miren cómo habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde es este; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es".
Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: "¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen. Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él el que me envió". Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había llegado su hora.

Palabra de Dios


 

Monseñor Baldomero Martini  Obispo de la Diócesis de San Justo



Queridos jóvenes, tu que me estas escuchando, nos vamos acercando al domingo de la resurrección de Lázaro, el amigo de Jesús que estaba atrapado por la oscuridad del sepulcro y como dijo una de sus hermanas ya olía mal, allí en la oscuridad del dolor de la muerte brillo la luz yo soy la resurrección y la vida quien cree en mi aunque muera vivirá para siempre, ¿crees tu esto?. En el evangelio de hoy ante la hostilidad de algunos que se quedan en la superficialidad y le tienen miedo a la verdad o no les importa mucho la verdad. Esa verdad que hace libres, Cristo se da a conocer, revela su origen y su más profunda identidad; y que bueno para nosotros en estos tiempos.

 

Podemos preguntarnos ¿como andamos con nuestra identidad? especialmente nuestra identidad cristiana ante una crisis de identidad que vivimos. Miren lo que nos dice Jesús: yo no vine por mi propia cuenta, pero el que me envío dice la verdad y ustedes no lo conocen, se refiere al Padre, del cual El es el único que lo conoce; como nos dice en San Juan: a Dios nadie lo ha visto jamás, al Padre nadie lo ha visto jamás, el Hijo que compartía la intimidad con el Padre, el nos lo ha dado a conocer: Yo si lo conozco porque vengo de El y es El, el que me envío.

 

En todo el Evangelio de Juan, el apóstol joven esta relación del Cristo con el Padre es clave y nos hace entrar en esta relación para que allí maduremos con la ayuda del espíritu nuestra identidad de hijos y así contentos andemos por los caminos de la vida, con el gozo profundo de sabernos cristianos, discípulos misioneros de un Dios que es amor, porque Dios es amor; comunión de amor que nos compromete para hacer un mundo mejor donde la palabra tenga el amor que sana y construye la ultima palabra, esa palabra que todo lo renueva

 

Caminemos renovados hacia la pascua en el año de la vida y decididos a hacer una patria de hermanos porque la clave de la historia es que con el egoísmo se destruye y se corrompe todo, pero con el amor todo se construye. Por eso bueno sacar a fuera la verdad de lo que somos, pero para encontrarnos con la verdad que nos hace libres.

 

Que Dios te bendiga y hasta la próxima semana

 

Oleada Joven