“Yo mismo soy quien te consuela”

martes, 24 de mayo de
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“Yo mismo soy quien te consuela” nos dice el señor en Isaias 51,12.

Tenemos un Dios que nos ama con un amor eterno, un amor que no se puede explicar con nuestras palabras ni tan solo con la razon porque nos quedan chicas.  Hoy en dia, aunque tengamos miles de avanzes en la ciencia y en la tecnologia, no se puede explicar el amor que éste Dios tiene por cada uno de nosotros.

Es un Dios que tiene rostro de papá y de mamá, que nos consuela en persona y que aunque muchas veces pensamos que no esta con nosotros, el nunca nos abandona y no se olvida de vos ni de mi. Es un Dios que nos lleva tatudos en la palma de su mano, en  Isaias 49, 14 nos dice que aunque una madre se olvide de su ñiño de pecho y lo deje de querer, el no se olvidara de nosotros.

Cuando leo estos pasajes puedo darme cuenta que tengo un Dios cercano, que se preocupa por mi y que con su amor y misericordia es capaz de acercarse y decirme que me ama a pesar de mis pecados y faltas, que me elige y me vuelve a llamar por mi nombre para que predique su palabra o este escribiendo este mensaje para vos,creo yo, que no estaria escribiendo este mensaje si fuera por mérito, porque no me sentiria digno para hacerlo pero es Dios, mi papá, quien me dignifica para darte este mensaje, no es por lo que hago o dejo de hacer, es simplemente porque él confia en mí, porque me creó, porque me ama desde el principio, y desde antes que naciera y aunque no lo creas o no puedas decírtelo a vos mismo o aceptarlo, yo puedo decir que Dios esta orgulloso de vos ! lo dice en Isaias 49,3 y no  hay nada ni nadie que pueda hacer que Dios te deje de amar. No importa si te drogas, si te llevas mal con tu familia, si robas, si no amas como deberias,o lo que sea,  el amor de Dios no se mide por merito ni por actos, es un regalo, el regalo mas grande que nos dió y no necesitamos hacer nada para que él nos ame de tal manera.

Ayudame señor a encontrar tu amor en las cosas simples, en lo cotidiano, que pueda verte en la naturaleza y en el simple hecho y milagro de estar vivo. amen.

Juan C. Marghetich.

 “No temas, pues yo estoy contigo; no te angusties pues yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, y te sostengo con mi brazo victorioso”(Isaias 42, 10)

 

 

Juan Cruz Marghetich