Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía.
Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: “¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!”.
El les respondió: “¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?”. Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma. Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: “¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?”.
Palabra de Dios
La Palabra nos presenta a Jesús, junto a sus discipulos, en la barca y en medio del mar cruzando a la otra orilla, por pedido del mismo Jesús.
En medio del mar y ante una tormenta muy grande, los discipulos que tenían miedo y y se hundían despiertan a Jesús, que dormía, pidiéndole, ¡Salvanos Señor!. El señor despertandose, primero los reprende por su miedo y poca Fe y luego increpa al viento y al mar y vuelve la calma ante la admiración de ellos.
Tiene que haber sido muy fuerte la Tormenta para que los discipulos se asusten, recordemos que erán pescadores, conocedores y especialistas en la materia, pero es más llamativo aún, que Jesús duerma ya que las olas tapaban la barca…y encima al despertar, reprende a los discipulos, por su falta de Fe.
Mateo escribe su buena noticia, para confortar y cimentar en la Fe a una comunidad Cristiana, que convirtiendose y siguiendo a Jesús, esta sufriendo las consecuencias, la persecusión. la Barca es imagen de la Iglesia y Jesús siempre está en ella, porque es su capitán, porque es quien la conduce, nosotros sus discipulos que queremos seguir remando con Él, Seguir a Jesús, tiene sus consecuencias, seguir a Jesús, remar con Él, en la Iglesia, nos lleva hacia la otra orilla, la vida en abundancia, y aunque no siempre el mar sea sencillo, sino por el contrario, muchas veces se torne aspero, estamos llamados a confiar en que Jesús nunca abandona, Él está con nosotros.
El señor siempre está con nosotros, está en tus luchas y tempestades, en los miedos y contrariedades, está en medio del mar de incertidumbres, incluso y con más razon cuando remamos contracorriente, porque Él es el capitan de nuestra Barca, porque Él es quién nos llamo para Navegar.
Dios nos regale a gracia de confiar siempre en su poder y presencia, nos de también la capacidad de ayudar y animar a otros a seguir remando juntos y con Jesús en la misma Barca, que es la Iglesia, la comunidad.
Que tengas lindo día, Dios te bendiga