Evangelio segun San Juan 8, 21-30

lunes, 11 de abril de
image_pdfimage_print

Jesús les dijo también: "Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir".
Los judíos se preguntaban: "¿Pensará matarse para decir: 'Adonde yo voy, ustedes no pueden ir'?". Jesús continuó: "Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso les he dicho: 'Ustedes morirán en sus pecados'. Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados".
Los judíos le preguntaron: "¿Quién eres tú?". Jesús les respondió: "Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo.
De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo".
Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre. Después les dijo: "Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada".

Palabra de Dios


 

Monseñor Fernando Maletti  Obispo de la Diócesis de Bariloche

 

En este día martes, la liturgia de la iglesia nos presenta dentro del gran capítulo 8 que es de la mujer adúltera, hace una advertencia a los incrédulos. Y entonces, también a nosotros, a todos, nos dice con otras palabras que el pecado es una realidad con la que nos enfrentamos día a día. Que el pecado, es decir la incredulidad pudiendo tener fe no tenerla, es lo único que nos puede separar del amor de Cristo. Porque con el pecado se corta la vida de Dios en nosotros. Recordemos que el pecado fundamentalmente es dos cosas: separarnos de Dios y abrazar lo que no es Dios, abazar lo creado. Por eso el pecado es una idolatría, le doy a lo que no es Dios el lugar de Dios.

 

A la luz de estos días, ya los últimos de la cuaresma ya en las visperas de la semana santa, que importante que seamos conceintes que estamos llamados a la conversión. Y la conversión sobretodo es la conversión como creyentes, hacer de la fe, como sugiere Jesús en el evangelio de hoy, una actitud hacia el Padre. Que toda nuestra vida sea como la de una atmósfera de fe que nos haga ver las cosas del punto de vista de Dios. Que importante, sobretodo para los jóvenes, que lo que nos hace distintos en la vida es ver las cosas desde el punto de vista de Dios. La fe no es algo que yo tengo, sino algo que yo vivo. Obviamente que Jesús la coloca como condición para hacer milagros. 

 

Por eso en estos días le pidamos a Dios "auméntanos la fe" y que esa conversión, ese cambio de vida que hemos trabajado en esta cuaresma, nos ayude a nosotros a realizar una buena recomendación sacramental para volvernos a Dios y  unirnos a  É, para servir, para estar nuevamente de car a annuestros hermanos.  Por eso en nuestra vida cristiana el sacramento de la penitencia o de la reconciliación, no hay que mirarlo como un mundo aparte sino como algo integrante que nos da vida.  Por eso Jesús hoy dice "ustedes morirán en sus pecados, pero sino creen que yo Soy moriran en sus pecados". Que bueno que escuchemos a Jesús responder a cada uno de nosotros que Él el que es para nosotros    y que por lo tanto estamos llamados a buscarlo y si bien nos dice "a donde yo voy ustedes no pueden ir", porque se refiere a la cruz, también poder acompañarlo en estos días previos a la Semana Santa, en este camino de la cruz.

 

Queridos jóvenes, que podams encontrarnos con Jesús y entender que creer en Jesús se hace desde la práctica de un corazón reconciliado.

 

 

 

 

Oleada Joven