Evangelio según San Lucas 10, 1-12.17-20

jueves, 30 de junio de
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El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Y les dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.

Al entrar en una casa, digan primero: ‘¡Que descienda la paz sobre esta casa!’.Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.

En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes’.” Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan: ‘¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca’.

Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad. Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre”. El les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo”.

 

 

Palabra de Dios

 

 

 


 P. Luis Zazano sacerdote de la Diócesis de Tucumán 

 

 

 

Podemos acentuar tres cosas que debe tener un discípulo-misionero:

 

1) Salir confiados: es la clave de saber que Dios esta con vos, proyecta, soña, salí, busca, ingeniatela porque Dios te acompaña. Soltate de tantas preocupaciones y soltate de tantas vueltas. Dios no te va a dejar solo. Pero eso si, salí. Salí y confía.

 

2) Llevar la paz: hoy vos y yo tenemos que ser personas de paz, sin conflictos. Que busquen la manera de la reconciliación y no de la división. Un cristiano nunca debe provocar división sino más bien unión. La paz se logra en la unidad y es en la aceptación de la diferencia donde se logra la unidad.

 

3) Orar: es la base de toda misión, el hablar con Dios, el poder decirle a Él lo que te pasa en tu interior y poder pedirle luces para seguir. No tengas miedo “háblale a Dios de los hombres y a los hombres de Dios”. No dejes de luchar porque hay muchos que te necesitan. Incluso yo

 

 

 

Radio Maria Argentina