01/08/2016 – La Jornada Mundial de la Juventud finalizó en el día de ayer pero esto, sin duda alguna,recién comienza. Todo un camino de frutos por recoger se abre a nuestro paso. y es así que ya comenzamos a compartir los ecos que van quedando en algunos peregrino.
Ignacio Rey Nores es un sacerdote jesuita, cordobés, que vive en Uruguay. Para él ésta fue definida como “espectacular”. Nos dijo que todo ha sido “muy lindo; esto de poder compartir con tantos jóvenes una instancia de iglesia, una misma fe, un mismo anhelo de estar más cerca de Jesús y sobre todo de vivir como Él la misericordia. A la pregunta “¿Qué fue lo que más me gustó?” Agregó que la sencillez de las palabras del Papa, su capacidad para entrar en comunicación con los jóvenes, su discurso. La invitación a unir las manos para construir puentes y no muros fue otra de las cosas que lo impacto.
Lo que más lo sorprendió fue la recepción de los polacos. La fe de ésta nación católica que se transmite en su historia, en su gente. Muy parecido a América latina en su devoción popular.“Este pueblo ha conmovido a todos los que vinimos de afuera”, concluyó.
“Me llamo Ana Paula , soy de Corrientes, tuve la bendición de poder participar de la Jornada Mundial de la Juventud.” Dijo otra peregrina, agregando “Una experiencia llena de muchos valores. Al principio me costó adaptarme, lo que más me motivo es ver la cantidad de jóvenes que estabamos ahí para compartir un mismo objetivo : a Jesús. Los espacios de catequesis fueron muy buenos porque creo que es muy importante la parte de formación espiritual, no solamente la acción sino también la preparación. Estoy muy agradecida de haber podido escuchar las palabras del Papa. Una vez más puedo reconocer que es un genio y que da en el blanco a la hora de hablar a los jóvenes y tiene mucha capacidad para impulsarnos hacia adelante. Es lo que se necesita justo en este momento en donde el mundo está en una dirección distinta a la que nosotros queremos ir. Poder aprender de otras culturas, poder comunicarme con otras personas aunque halemos otro idioma”
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Matías, un peregrino cordobés que sumó su testimonio momentos después de finalizar la misa de envío: “Ha sido una gran alegría participar activamente en la jornada en las catequesis ayudando también ene el centro vocacional con el stand de cristonautas, una propuesta de lectio divina con arte y tecnología y también sorprendido porque desde la organización se me invitó a participar del Vía Crucis, cargando en la segunda estación la cruz que Juan Pablo II les regaló a los jóvenes. Ha sido una linda oportunidad para poner a todos los jóvenes de Argentina en esa cruz, poner todas sus necesidades en las manos de Jesús para que conociendo también Él el dolor de todos nuestros jóvenes lleguemos todos juntos a tener esa vida en abundancia que siempre nos regala. Con el Papa Francisco hemos recibido una hermosa petición ‘Seamos sembradores de esperanza, con el rostro alegre, con una sonrisa y con los brazos abiertos dispuestos a dar’ Ojalá que esto sea un hermoso comienzo para muchos jóvenes que quieren vivir su fe desde la alegría y el serivicio”