Vos y Yo sabemos que el optar por Jesús y su proyecto de vida nos permite reconocerlo como un hombre de impacto. Fascina con su Palabra eficaz y contundente. Seduce con la intensidad de su amor y la ternura de sus gestos. Desconcierta con sus exigencias y pone al descubierto toda mediocridad. Lo suyo va hasta las últimas consecuencias. Las huellas de Jesús sin duda se andan sin cálculos, sin miedos, a pies descalzos y embarrados, con un corazón pobre, generoso y desprendido.
Ante el Maestro no se puede permanecer indiferente. Jesús no entretiene a nadie. Apasiona, entusiasma y deslumbra. Tanto para vos y para mi seguir al Maestro con radicalidad es hacer de nuestra opción una elección de sentido que direccione y signifique la vida configurada por su presencia siempre nueva y desafiante.
Querer asumir el proyecto del Reino es tener una firme determinación que se apoye en una voluntad que crece en la lucha y el esfuerzo cotidiano.
Vos y yo sabemos que hoy con urgencia necesitamos jóvenes-testigos que expresen con valentía y audacia el gozo que surge de una vida centrada en Cristo. Que amen y hagan del amor desinteresado, generoso y atento la razón de su existencia. Que comuniquen con premura la fuerza del Espíritu en sus vidas.
Vos y yo sabemos que el desafío es urgente y exigente. Es hora de ser testigos de Cristo con decisión y valentía en el corazón de la historia.
Te comparto unas resonancias que han hecho eco en mi corazón de discípulo con el deseo que te animen en el camino.
Resonancias
Que sus palabras te sigan animando
Que sus gestos te conmuevan con hondura
Que su mirada vuelva a cautivarte
Que sus manos te despierten a la solidaridad
Que sus pies te agilicen en el seguimiento
Que su voz resuene clara y contundente
Que sus actitudes te desafían a vivirlas
Que su estilo de vida se grabe a fuego en tu memoria
Que su misericordia configure tu corazón
Que su fidelidad sea garantía de la tuya
Que su amor por los más pobres te desinstale y apasione
Que su sencillez te invite a la simpleza en lo cotidiano
Que su perdón te recree en la esperanza que no defrauda.
Padre Ariel Cattaneo. CSsR