Aventurandome a confiar y amarte con profundidad

jueves, 1 de septiembre de
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Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: “Navega mar adentro, y echen las redes”. 

Simón le respondió: “Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes”. Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse.  Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. 

Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: “Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador”. El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: “No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres”.

 (Lc. 5, 4-10)

 

 

Hermano, yo se que estas cansado de intentarlo, se que sos un “Simón” más en la tierra, que trabaja y trabaja tirando redes sin conseguir pesca… ¿te preguntaras porqué quizas?, ¿actúas confiando en tus propias fuerzas o hechas las redes en nombre de Jesús?… ¿Que distinto es no es cierto?.

 

Simón fue un pescador toda su vida, pero Jesús le enseña que con Él tenemos siempre una mejor y segura pesca, tan abundante que rompe nuestras redes, que rompe nuestras expectativas, ASI DE ABUNDANTE ES LA PROVIDENCIA DE DIOS SI CONFIAS EN EL.

 

Jesús sabe de tus fracasos, sabe cuanto te cuesta seguir, sabe tu vergüenza sabe tus fragilidades… sabe que muchas veces lo intentas en vano sin tenerle presente, pero Él no te juzga, te conoce y es todo amor, por eso hoy te dice que confíes de nuevo en Él, que eches las redes una vez más pero no pensando en tus propias fuerzas sino en las suyas.

 

 

Buscalo a Él primero, busca seguirlo, busca amarlo, busca servirle y todo el resto viene por añadidura, cuando llevamos una vida apoyada en nuestras propias fuerzas todo es mero fracaso y desánimo porque jamás logramos conseguir lo que pensamos merecer; ese desánimo (como bien dice la bella santita Teresita del Niño Jesús) es una manifestación del orgullo, de aquel que nos hace pensar que solo YO puedo y que NO necesito más que mis hagallas y esfuerzo.

 

Te pregunto ahora: ¿Reconoces ese orgullo camuflado en el desánimo?, es tiempo de hecharlo fuera, de afirmar y decir “TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE”, no importa cuantas veces hayas hechado ya tus redes, Dios te pide que vuelvas a tirar pero esta vez con verdadera esperanza, no sólo debes CREER en Dios sino CONFIAR, confiá que Él solo quiere una vida en abundancia para vos, no lo condiciones, dejalo ser Dios, dejalo cumplir su voluntad en tu vida que promete mucho mas de la que vos mismo planeas.

 

Jesús es tan bueno que incluso en esta petición quiere volverte pescador de almas, no sólo busca deleitarte a vos, sino también te pide que compartas ese amor recibido para que esa cadena no se rompa y pueda tambien ser descubierta por tus hermanos, te invita a que TODO el mundo sepa que Él se quizo deleitar de amor, deleitar en promesas cumplidas para todos los hombres de la tierra. No podemos callar lo que hemos visto y oído, no podemos quedarnos de brazos cruzados…

 

 

“CONFÍA EN EL SEÑOR Y HAZ EL BIEN, HABITA TU TIERRA Y PRACTICA LA LEALTAD, SEA EL SEÑOR TU DELICIA Y EL TE DARÁ LO QUE PIDE TU CORAZÓN” (Salmo 36, 3-4)  

 

A esto te invita hoy Jesús… caminá hermano, caminá pequeña almita, que todo lo vas a merecer con el corazón bien puesto en el que tesoro más grande de todo el mundo, Jesús.

 

Navegá mar a dentro, aventurate, eso te pide Dios AVENTURARTE A LA LOCURA DE SU AMOR, claramente pide un acto de FE, porque Dios va por todo, no te dice quedate en la orilla, sino que quiere la profundidad de tu amor, de tu confianza, de tu fidelidad, quiere sacar tu maximo potencial… quiere incluso que vos entres en la profundidad de su corazón, y añade tambien estas palabras tan dulces: ¡NO TEMAS!… El Padre te lleva de sus manos, te hace caminar paso a paso, como ese papá enseñando a caminar a su hijo, pensando mientras en esos pequeños y frágiles pasos en todo el futuro de bien que anhela darle. 

 

Seguirlo a Jesús no quiere decir que estemos excentos de problemas o de dolor, seguir a Jesús es un camino que implica FE y CRUZ para lograr realmente el amor perfecto, asique no te desanimes por las cruces que hay en tu vida, al contrario, besalas por amor a Él y cargalas junto con Él esperando contra toda esperanza en aquella pesca que anhelas conseguir…

 

Con vos Jesús, quiero ir mar adentro y mucho más. 

 

 

 

Noelia Viltri