Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud.
Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: “No llores”.
Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: “Joven, yo te lo ordeno, levántate”. El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.
Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: “Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo”. El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en toda la región vecina.
Palabra de Dios
Padre Cristian Salomón sacerdote de la Arquidiócesis de Rosario
Jesús no deja de Caminar, de Callejear, llevando Vida, anunciando el Reino, es asi como llega a la ciudad de Naim, como nos relata en este día La Palabra.
Llegando a la ciudad, se encuentra con un cortejo funebre, que llevan a enterrar a un jóven, hijo de una mujer viuda, al verla Jesús se conmovio y acercándose le dijo: no llores, para luego sin que nadie se lo pidiera, devolverle la vida al joven.
Jesús detiene su caminar, para, acercándose y viendo lo que pasaba, conmoverse, dice la Palabra, es decir, siente y sufre lo que esta mujer viuda está viviendo y sufriendo, se acerca, le habla, y luego obra, toca el feretro, ordena que se levante, devuelve la Vida…
El Dios de la Vida, se detiene, se conmueve, se acerca, toca la muerte, las situaciones de muerte y devuelve Vida, Siempre. Se sigue deteniendo ante el peregrinar de tu vida, también a nosotros nos trae Vida y nos la devuelve, también a nosotros nos dice “no Llores”, también a vos te toca y te ordena, “Jóven, yo te lo ordeno, Levántate!!!
Sí, El Señor puede puede dar Vida, a aquello que es muerte, que nos paraliza, que no nos deja expresarnos, y que hace llorar y sufrir muchas veces a nuestros seres queridos. ¡Que Bueno! Levántate porque el Señor siempre se detiene ante tu vida y conmoviendose, te toca, te pone de pie, te libera y te devuelve la Palabra, te devuelve la vida.
Cuánto, por otra parte, tenemos que seguir aprendiendo de Jesús…ante tantos dolores, sufrimientos, muertes, también nosotros, detenernos, conmovernos, acercarnos, llevar Vida, llevar a Jesús…
Cuantas Madres llorando y cuantos hijos jovenes en situación de muerte, sin poder levantarse, sin poder ponerse de pie, cuantos que necesitamos o necesitan que vos o que yo, que seamos presencia del Dios de la vida, que tocando, que acompañando devolvamos vida.
Señor Jesús, que siempre pueda levantarme en Tí, que reconociendo y creyendo que nos das siempre Vida en abundancia, pueda acompañar el camino de mis hermanos, compartiendo tu Vida
Que tengas lindo día, Dios te bendiga