Día ventinueve: Contemplación para alcanzar amor

martes, 19 de abril de

 

 

¿Qué significa "contemplación para alcanzar amor"?. Ante todo, por lo que dice la composición de lugar, no se trata de ver algo exterior a mí, sino algo que está dentro de mí. Es una contemplación de mi persona. Pero es una contemplación de mi persona tal y como esa persona está ante Dios: como alguien profunda e incondicionalmente amado.


Por eso más que contemplar algo nuevo, es dejar vibrar lo que ya existe en mí, avivar un fuego que está presente. De modo que se trata como dar aire a un fuego que estará presente en este momento de los Ejercicios, como algo que me ha ido poco a poco invadiendo: la presencia desbordante de un Dios que me ama. En ese sentido "alcanzar amor" no es tanto lograr algo que está lejos de mí, como un objeto inasequible, sino como algo profundamente cercano.



 

Momentos de la oración



 

1-Oración preparatoria (EE 46) me pone en el rumbo del Principio y Fundamento: que lo que yo vaya a hacer me ponga en el contexto de buscar y realizar, ya desde ahora, y por encima de todo, la voluntad de Dios.


 

2- "Traer la historia" (EE 102) Se trata de reconstruir la historia de lo que contemplo a partir de los datos. Ayudará leer detenidamente y varias veces el pasaje que quiero contemplar Hechos 2, 1-17; Santiago 1, 22-25


 

3-"la composición de lugar" (EE 103) tengo que componer la escena, re-crearla, reconstruirla desde los datos que la Escritura me ofrece.


4-Formular la petición (EE 104) La petición es la que enrumba la oración, la pone en búsqueda de algo, no la hace simple pasatiempo, sino persistente interés en alcanzar algo.


 

Conocimiento interno de todo bien recibido, para que lo reconozca y en todo pueda servir y amar a Dios.


 

5-Reflectir para sacar algun provecho significa dejarme mirar por la escena, como ubicarme en ella: aquí me implico en ella como si presente me hallare. Es dejar que lo mirado me mire y me diga algo nuevo. Eso que se me dice son las mociones que se me dan.


 

6-Coloquio a partir de lo que he vivido en la contemplación, no me faltarán palabras para pedir, agradecer, alabar o simplemente disfrutar de lo que se me ha dado.


7-Exámen de la oración me pregunto cómo me fue, las preguntas no hay que hacérselas a la cabeza sino a las imágenes. Me puede parecer que yo selecciono las imágenes. Pero es Dios quien me lleva a detenerme en ésta o aquella del álbum. Y desde ahí puedo hacerme preguntas como éstas: ¿Cómo es esta imagen? ¿De qué está construida? ¿Qué hay y qué no hay en la imagen? ¿Qué es lo que la imaginación se resiste a construir? ¿Qué explica que Dios quiera que me detenga en esta imagen o en esta palabra y no en las otras? ¿Por qué yo u otra de las personas están presentes o ausentes en la imagen?… Hay que hacerle preguntas a la imagen, a la sensación o a la palabra que ha resonado más en mi oración… Por eso a un buen contemplador le bastarán pocas imágenes…Es importante saberse ubicar bien en la contemplación: dónde estoy en ella y qué se me dice a mí en particular. Tal vez difiere de lo que se les dijo a los personajes del Evangelio… Me quedará la labor de interpretar ese signo y a la luz de Dios no me costará hacerlo. Así terminaba Jesús las parábolas: “El que tenga oídos para oír, que oiga”…

 

Oleada Joven