Señor, tú eres bondadoso y misericordioso,
y todo lo hiciste muy bien, creando de la nada cuanto existe.
Señor, tú eres clemente y comprensivo,
y no quieres la muerte del pecador,
sino que se convierta y viva.
Señor tú eres paciente y fiel,
y esperas al hijo pródigo e invitas al justo
a alegrarse a su regreso.
Señor, tú tanto amaste al mundo,
que enviaste a tu Hijo único, no para juzgarnos,
sino para salvarnos.
Señor, tú quieres que todos los hombres se salven,
lleguen al conocimiento de la verdad
y sean uno como tú eres uno.
Te pido la conversión de los que, como yo, son pecadores,
quiero unirme, a tu deseo de salvación universal,
solidarizándome con mis hermanos y
emprendiendo con ellos un camino de sincera conversión.
Amén
Fuente: PadrePío