Mi prójimo es cualquiera que tenga necesidad de mí

lunes, 3 de octubre de
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Benedicto XVI en su primer Encíclica “Dios es caridad” nos da una definición, comentando precisamente este Evangelio, donde dice: “Mi prójimo es cualquiera que tenga necesidad de mí y que yo pueda ayudar”.

Prójimo es cualquiera que está triste y yo puedo llevarle un poco de alegría.

Prójimo es cualquiera que está solo y yo puedo hacerle compañía.

Prójimo es cualquiera que tiene hambre y yo puedo darle de comer.

Prójimo es cualquiera que está enfermo y yo puedo visitarlo.

Prójimo es cualquiera que está necesitado y yo puedo hacer algopor él.

Prójimo es cualquier extranjero que se siente solo y yo puedo acompañarle.

Prójimo es cualquier desconocido y a quien yo puedo saludarle cordialmente.

Prójimo es cualquiera que vive lejos y a quien yo puedo acercarme.

La idea de prójimo trasciendo lo geográfico, lo cultural, lo social, lo religioso.

Prójimo es “cualquiera” al que yo puedo tender una mano.

Esté cerca o esté lejos.

Sea de los míos o sea de los otros.

Sea creyente o sea pagano.

Amar a Dios no puede ser un simple acto o momento.

Es una actitud de todo nuestro ser para con él.

Amar al prójimo no puede reducirse a un simple gesto.

Es una actitud de todo nuestro ser para con los que nos necesitan.

Hacernos prójimos de nuestros prójimos.

Es acortar distancias.

Es interrumpir lo nuestro para dedicarnos al otro.

Es curar heridas con el aceite y vino de nuestro amor.

Es levantar al otro aunque yo tenga que ir a pie.

La pregunta es bien concreta:

¿Cuántos necesitan hoy de mí?

¿A cuántos puedo ayudar hoy?

¿A cuántos puedo hacer mis prójimos?

¿De cuantos me puedo hacer yo prójimo?

Clemente Sobrado C. P.

Fuente: mensaje a los amigos

Oleada Joven