Se acercaron a Jesús algunos saduceos, que niegan la resurrección,y le dijeron: “Maestro, Moisés nos ha ordenado: Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda.Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos.
El segundose casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia.Finalmente, también murió la mujer.Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?”.
Jesús les respondió: “En este mundo los hombres y las mujeres se casan,pero los que sean juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casarán.Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.
Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.Porque él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él”.
Palabra de Dios
Nos encontramos en el domingo XXXII del tiempo durante el año, ya estamos muy cerquita de cambiar el tiempo litúrgico para comenzar el tiempo de Adviento, la preparación a la Navidad. Y la Palabra nos presenta el Evangelio de Lucas ante esta situación en donde Jesús se encuentra, ante el cuestionamiento de algunos saduceos que niegan la resurrección y entonces le presentan una situación a Jesús en donde traen a colación lo que Moisés había ordenado: si alguien está casado y muere sin tener hijos que su hermano para darle descendencia se case la viuda.
Y entonces le presentan la situación de esta mujer, que tiene un marido, muere y su a su vez marido tiene más hermanos, por lo tanto la invitación según el mandato dado por Moisés es que la mujer se case con cada uno de ellos. Se casó con los siete y no tuvo descendencia. La pregunta que hacen los saduceos es justamente una pregunta que quiere cuestionar el planteo o la invitación de Jesús, la promesa o la propuesta dela resurrección.
Y entonces los saduceos le preguntan a Jesús: ” Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer. Y Jesús les responde con mucha sabiduría, les responde como hijo de Dios, y sobre todo con la autoridad que le da ser hijo de Dios: “En este mundo los hombres y las mujeres se casan, pero los que sean juzgados dinos de participar en el mundo futuro de la resurrección, no se casan ya que no mueren más y son considerados como ángeles de Dios e invitados a participar de la resurrección.” Por lo tanto en este sentido Jesús quiere marcar que en la vida terrenal tenemos distintos modos de prepararnos para llegar a la resurrección. Sin embargo a estas personas que niegan la resurrección les cuesta comprender lo que Jesús nos anunció a cada uno de nosotros con su propia vida entregada, viviendo desde el camino de la cruz y mostrándonos la plenitud desde la Resurrección.
Porque ya que Jesús da a conocer que el Señor es el Dios viviente, aquel Dios que se manifestó a Abraham. a Isaac y a Jacob y por lo tanto todos estamos llamados a participar de esta vida en plenitud que nos ofrece el Señor. Pidámosle al Señor el poder comprender su Misterio, y para eso necesitamos el auxilio del Espíritu Santo. Las realidades de Dios se entienden desde la fe y por lo tanto es un misterio inagotable, un misterio que nos supera por todos lados, simplemente nosotros tenemos una pequeña aproximación de lo que Dios nos va mostrando, ya que Él es infinito y nosotros somos limitados.
Pidámosle al Señor entonces en este domingo que realmente podamos comprender la vida que Él nos ofrece, que no nos quedemos en cuestionamientos humanos y sobre todo que podamos comprender el misterio de la fe,el misterio de Dios a la luz del Don de la fe. Que tenas un bendecido domino, que el Señor sea luz y guia para tu camino y que todos podamos trabajar para alcanzar la resurrección y la vida que nos ofrece el Señor, vida que es Vida en Plenitud.