REC es una sigla que significa Razón en Cristo y es un proyecto que busca transmitir valores cristianos por medio de charlas breves disponibles en Internet. Utilizando las redes sociales para su difusión sumándose así a ésta nueva forma de evangelización. Buscan cambiar conciencias e impactar de manera positiva a la sociedad.
REC nació en el año 2014 y forma parte de la Pastoral de la Pontificia Universidad Católica de Chile en conjunto con la Pastoral del Duoc UC.
A continuación queremos comaprtirte el testimonio de Sor María, ella es consagrada del Monasterio de las Ursulinas en Chile, ex alumna UC y Jefa Nacional de Trabajo País en el 2009. Antes de consagrar su vida al Señor, Sor María se llamaba Blanca Besa.
“Algo que el Señor de a poco me fue mostrando y de que alguna manera terminó por cambiar mi vida”, comenta la hermana en el video.
Sor María continua diciendo:
“Aunque suene obvio, no siempre fuí monja, de repente pensamos que los curas y monjas nacemos así o que son personas muy especiales. Quiero partir diciendo que yo fuí alguien común y corriente, estudiaba filosofia me gustaba hacer deportes, tenia amigos, no destacaba por ser alguien religioso. En la época de colegio, yo estudié en las ursulinas, y tambien fuí ahí alguien común, del montón. Sí fue el lugar en donde conocí al Señor: en la confirmación entable una relación muy especial con Dios que entró en crisis en cuarto medio, que se sumó a la crisis propia decidir qué vas a estudiar. Se me juntó con que quizás ésta relación podría significar una vocación y eso generó en mi una rebeldía profunda porque sentía que chocaba con mi manera de ser .
Ese año fue electo el Papa Benedicto el año 2005 y en uno de esos discursos el Papa invitaba a abrir las puertas a Cristo porque Él no nos quitaba nada y nos lo quería dar todo. A mi me llamó la atención justamente porque yo sentía que era mentira porque si el Señor quería que yo fuera monja me quitaba todo, mi libertad, todo lo que yo quería”
Fue así que decidió llenarse de tareas, comenzar su carrera en filosofía y no pensar. Fue así que confesó: “Lo pasé muy bien pero en el fondo había una sensación de vacío de sin sentido, de infelicidad porque en el fondo me moría de susto tener que constestar esta pregunta de cuál era el sentido profundo de mi vida, cual era la misión de mi vida. Entonces me empecé a llenar de cosas siempre sin rezar, sin ir a misa y mi vida se empezó a vaciar.”
Hacer cosas grandes era lo que ella anhelaba y Dios a eso lo sabía. Empezó a rezar de nuevo y en ciertos momentos sentía que su corazón se llenaba de felicidad y sentido. No le quedó otra que volver a prestar antención porque “ahí había una pista”.
La experiencia del terremoto en Chile en el año 2010 significó un quiebre. Le tocó servir en un área conocida por ella en donde un año antes había estado prestando servicio y la marcó profundamente. Fue ver todo devastado en todo sentido. El dolor de la gente la interpeló, le hizo tocar un límite. Se dió cuenta que no se resuelven las cosas con “el hacer y solo hacer” hay un lugar en donde uno no alcanza, donde solo Dios puede llegar, tocar y sanar.
Luego de recibirse le acercaron una oferta de trabajo en el año 2011 de parte del colegio de donde había egresado, en ese lugar en donde se había encontado con Dios. A pesar de darle mucho pavor aceptó la propuesta.
Ese mismo año en Madrid fue la JMJ y tuvo que ir a trabajar por un mes allá. Ella se fue con un plan perfecto: allí conocería a un muchacho, se casaría, iba a seguir estudiando. ¡Nada de esto sucedió! Sí tuvo el mejor de los regalos, un encuentro con Dios muy profundo en donde él le acalraba que lo que deseaba era la plenitud de su vida, que lo que él le acercaba era una invitación no una imposición. Fue una experiencia de amor enorme y ella le preguntó a Dios qué hacer, el Señor le dijo “Amor con amor se paga” y que “Dios siempre da más, mucho más”.
¡Te invitamos a escuchar en sus propias palabras su historia de amor con Dios!