¡Quedan pocos días! Quizás sos de los que están por terminar el cursado; o quizás estás terminando la escuela secundaria o terminando el año lectivo.
Después de tantas idas, corridas, venidas, esfuerzo, cansancio… falta poco para llegar a la meta. Y eso ya es motivo para llenarse de alegría, a pesar del cansancio. Llegar (o estar llegando) a lo que tanto esperabas es un buen momento para detenerse, agradecer por lo vivido… Y levantar la mirada para ver qué otra puerta se abre o qué desafío nuevo aparece en el horizonte.
Se llega para ir un poco más allá. La ruta no termina y lo importante es llegar a aprender que lo valioso es el camino recorrido. No estás solo, hay un Alguien que te ama y que quiere ir cerca tuyo acompañando cada paso y susurrando los nuevos caminos. Lo mejor siempre está llegando, ahora.
“Ustedes dicen que aún faltan cuatro meses para la cosecha. Pero yo les digo: Levanten los ojos y miren los campos: ya están madurando para la siega” Jn 4,35