Redes sociales

jueves, 24 de noviembre de
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El Papa Francisco nos llama a la cultura del encuentro. Un encuentro de  de relaciones transparentes, relaciones verdaderas. Definitivamente ese tipo de encuentros no se consiguen en la virtualidad de la red.
Recuerdo hace unos años, una publicidad  de una reconocida marca de cerveza donde su atributo de venta era “la cultura del encuentro”. Algo muy similar ocurre con las redes sociales, una cultura del encuentro que superado el limite recomendable se convierte en preocupante y hasta peligroso.
Las redes “sociales” son un arma de doble filo, tal como el primer chop de cerveza. A simple vista parece que la gente se congrega, se “encuentra”. Al principio todo es intriga y chusmerío inofensivo. La cosa se pone fea cuando pasa a ser una dependencia. La necesidad de publicar, la mejor foto de un paisaje o el plato de comida que estamos a punto de disfrutar, las mejores vacaciones o por qué no la más linda cadena de oración, eso sí, de Misa ni hablar, ni qué decir de la confesión.  La necesidad de verificar constantemente las notificaciones, los post nuevos.  Es un juego en el que lo social brilla por su ausencia, reduciéndose a un narcisismo enfermizo,  con la consiguiente banalización del plano espiritual.  
 
 
 
“Salir de nosotros mismos para encontrar a los demás” dice Francisco. Y agrego: si es con un mate de por medio, mejor.

 

Esteban Rodríguez