Jesús, yo te busco.
Te busco en la oración,
y te busco en los silencios.
Cuando la alegría reina entre los míos,
y también cuando faltan las respuestas.
Te busco en mis días más frenéticos,
y también cuando parece que nada pasa.
Te busco al terminar la semana y al comenzar una nueva,
cuando llega el invierno y también cuando brota la primavera.
Te busco aún sin saberlo,
en mis intentos,
en mis sueños,
en la vida compartida,
y hasta cuando creo no buscarte.
Todos te buscan Jesús, y yo también.
No tardes en salirnos al encuentro.
Amén
Milagros Rodón
De nuestra redacción