Vení Espiritu Santo,
Espíritu de Dios.
Abrime en tiempo de verano
al descanso reparador de fuerzas,
a tu presencia siempre nueva y renovada.
A odres nuevos, vino nuevo.
Andá preparando mi corazón
para todo lo nuevo que querés regarlarme en este tiempo.
Vaciame de mi, de mis rutinas y mi mirada chata.
Predisponeme, ensanchame el corazón,
abrime a nuevas perspectivas:
a nuevos encuentros, nuevos desafíos y caminos más altos.
Amén
De nuestra redacción
Milagros Rodón
Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban juntos Simón Pedro,…
Basta abrirme a tu gracia para intuir tu Presencia escondida en mi cotidianidad. Esperándome en ojos que me esperan.…
Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella…
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban…
Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los notables entre los judíos. Fue de noche…