Lectura del evangelio segun San Juan 3, 16-21

martes, 3 de mayo de
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Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.

Palabra de Dios


 

P. Mariano Cortés   Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de 9 de julio

 

Este texto que la liturgia nos propone para hoy se enmarca dentro del diálogo de Jesús con Nicodemo. Nicodemo que va a buscarlo al Señor de noche, que siente la necesidad de encontrarse con Él, que siente también la inquietud de saber un poco mejor quién es el Señor. Pero, sin embargo, no termina de decidirse. El Señor Jesús le propone nacer de nuevo para entrar en el Reino de los Cielos. Y sin embargo, Nicodemo sigue con sus dudas, le pregunta: ¿De que manera puede ser todo esto?. Por eso es que en el evangelio de hoy lo vemos a Jesús que quiere ayudarlo a disipar un poco esas dudas y le dice que: Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo Único para que el que cree en el no muera sino que tenga vida eterna, para que el mundo se salve por Él, como único argumento que Jesús le puede dar a Nicodemo, es esta idea, de que Dios nos ama tanto que quiere entregar a su Hijo para salvarnos, para darnos la Vida Eterna.

 

Muchas veces experimentamos también nosotros en nuestra vida, experimentas vos seguramente tus dudas en las que no terminas de decidirte a seguir al Señor. Que la palabra de Dios de hoy también te ilumine, que sea el mismo Señor el que te ayude a descubrir que Dios te amo tanto que entregó a su Hijo por vos sin ningún motivo previo, solamente por AMOR, que aprendas a descubrir este amor tan grande que el Señor tiene por vos y a recibirlo en el corazón.

 

Por eso te invito a que terminemos pidiéndole juntos al Señor Jesús: “Señor, vos que a Nicodemo le disipaste sus dudas diciéndole que el amor de Dios era tan grande por él que quería entregarte para salvarlo, ayúdanos también a iluminar nuestras propias dudas, nuestras propias confusiones y a poder decidirnos por vos y seguirte de todo corazón”.

 

Te dejo con la Palabra de Dios y con mi bendición: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

Oleada Joven