Dar gracias es más que decirlo

viernes, 3 de febrero de
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No existe mayor atributo que la gratitud. Un gesto de gratitud transforma el alma y el corazón. Ese gran acto de dar gracias, es más que decirlo, es demostrarlo. Por eso cada día y cada instante, debemos agradecer todos los beneficios recibidos y todos los retos enfrentados. La acción de gracias conlleva reconocer lo que hemos recibido y valorarlo como un tesoro. Si algo nos debe distinguir como seres humanos, es la capacidad de pensamiento, razonamiento y de sentimiento. Así que para poder dar gracias, tenemos que ver que nos capacita para que eso se convierta en una acción. Recordemos los 10 leprosos, de todos los que fueron curados, solo uno, el samaritano volvió a agradecer a Jesús. ¿Qué lo movió a la acción de gracias? Pudiéramos inferir lo siguiente:

 

1. Humildad

2. Reconocimiento

3. Aceptación

4. Tiempo Para que las gracias sean más que decirlas; debemos tener la humildad de ver quién ha hecho tanto por nosotros, reconocer de dónde viene ese favor, aceptarlo y tener el tiempo de agradecer. Muchas veces pasamos por la vida con tantos asuntos que atender que no nos detenemos para agradecer. Y el agradecimiento está, pero no se demuestra, queda en el vacío y no tiene ningún impacto.

 

 

La acción de gracias tiene un valor incalculable, para el que las ofrece y para quien las recibe. Es buen momento para dar gracias y más que decirlo, demostrarlo. ¿Qué tal si hoy cuentas todas las bendiciones que has recibido y todo lo que has atravesado que te ha hecho crecer? Te aseguro que tendrás tantas razones por las cuales dar gracias, que quedarás maravillado.

 

 

No olvides; dar gracias es más que decirlo. Versículos para reflexionar: Uno de ellos, viéndose curado, volvió glorificando a Dios a grandes voces, y cayendo a sus pies, rostro en tierra, le daba las gracias. Era un samaritano. Tomando Jesús la palabra, dijo: ¿No han sido diez los curados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate y vete, tu fe te ha salvado (San Lucas 17:15-19).

 

Fuente: imagen de Google

 

Verónica González Montañez