Frente a la violencia

lunes, 6 de febrero de

Frente a la violencia vienen ganas de desalentarse. ¿Podemos esperar todavía un mundo mejor?  

Nosotros vemos los males de hoy – y son verdaderamente muchos – y nos asustamos y perdemos la esperanza.  

Pero si pensáramos un poco en la historia, veríamos que nuestras tierras han sido, en muchísimas ocasiones, escenario de males aún mayores. Y sin embargo han pasado y con ellos se han intercalado periodos de tranquilidad.

 

Frente a la violencia es necesario que todos hagamos algo. Ante todo, quitarla de nuestro corazón para no responder al odio con el odio; después, hacer nuestra parte para infundir sentimientos semejantes en todos los prójimos a los que nos acercamos. Si tenemos la oportunidad, porque ocupamos puestos de responsabilidad en relación a este problema, hagamos todo cuanto podamos para poner en movimiento todo remedio …

Pero sobre todo aquí es necesario dirigirse a Dios que guía con su providencia la historia. Precisamente cuando sentimos que queremos rendirnos frente a un mal tan amplio y ciego como la violencia, es necesario buscar a Aquél que sabe llegar allá donde el hombre no puede y que puede dar un nuevo rumbo a la historia.  

¡Tengamos confianza en Él! Él realiza milagros en los corazones. Que nunca falten los terroristas en nuestras oraciones para que Dios los ilumine, los haga buenos, nos los devuelva hermanos. 

Chiara Lubich

 

 

Oleada Joven