Un niño de 10 años fue echado de un local de comidas rápidas de la localidad de Merlo, provincia de Buenos Aires, al pedir “algo para comer”. En ese momento un oficial de la policía bonaerense decidió contrarrestar ese episodio comprando él mismo un pancho y una gaseosa al niño.
El oficial se llama Nahuel Suárez, se desempeña en el Comando de Patrullas de Merlo y según publica el medio Policiales Ahora que difunde la imagen del efectivo, está en la fuerza desde hace apenas un año y medio.
Brian, entró al local de la cadena de comidas rápidas y preguntó si no podían ayudarlo con algo de comida. Como no le respondieron se quedó esperando algún gesto. La respuesta del encargado fue llamar a la policía para denunciar que había un joven ocasionando disturbios en el local.
Momentos después el oficial Suárez arribó al lugar, escuchó el reclamo del denunciante e invitó a salir al menor. Ambos iniciaron una charla y ahí fue que el pequeño le contó al oficial que estaba pidiendo comida porque “tenía hambre”.
Sin dudarlo un segundo el oficial lo llevó al kiosco más cercano y le compró un pancho y una gaseosa al nene, mientras una persona que siguió atentamente las acciones del hecho fotografió el momento en el que el policía tenía este gesto con el nene.
Según se pudo saber este efectivo vive en la localidad de General Lavalle, recorre 250 kilómetros de ida (casi cuatro horas de viaje) y la misma distancia de vuelta, entre su casa y el lugar de trabajo. Según trascendió es papá del corazón de dos nenas, y quiso tener el gesto porque según contó más tarde pensó en sus hijas.
Fuente: Infobae