A la Pasión se entra con el corazón

martes, 7 de marzo de
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“Vení, descalzate, entrá al lugar donde te está llamando el Señor. A la Pasión no se entra con la cabeza, a la Pasión se entra con el corazón. A pata pelada, a pie descalzo. A la Pasión se entra con transparencia. Sin dobleces, sin segundos sentidos, sin otras intenciones. Sin cálculo. Transparentemente, buscando claridad. Desnudando delante del Señor toda nuestra verdad. Sólo así es posible que el Señor viva con nosotros una Pasión, y consecuentemente una Resurrección.

 

(…) Descalzarnos puede ser hoy dejar otras preocupaciones o problemas de lado. Porque se trata de acompañar al Señor este tiempo. Descalzate de otras cosas. Éste tiempo es para Dios. Descalzarnos puede suponer hoy hacer un alto en el camino. Descalzarnos puede ser aprovechar esta semana para reconciliarnos. Para vivir una confesión honda y en serio, una confesión de vida. No un enjuague de esos que hacemos a veces al pasar por el confesionario; sino ir en profundidad, tocar transparentemente nuestro corazón y conciencia, y descalzar todo nuestro pecado delante del Señor que viene misericordioso.

 

Descalzarnos, dar rienda suelta al corazón. Y dejar un poquito de lado la cabeza. A la Pasión se entra con el corazón”.  

 

German Lechini

 

Fer Gigliotti