A contracorriente

viernes, 7 de abril de
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Perseguido por los tuyos.
Rechazado por tu pueblo.
Incomprendido incluso por tus mejores amigos.
A veces, tan solo.
Tentado más de una vez:
“si no me quieren, que se las arreglen solos”.
¿Cómo no te cansaste ante tanta incomprensión, 
tanta dureza de corazón?
¿Cómo aguantaste tanto?
Siempre a contracorriente.

El Espíritu fue tu fortaleza,
el fuego que alimentaba tu vida.
Y en tu corazón, una decisión íntima e irrevocable:
dar la vida por todos, incluso por los que querían eliminarte…
hacer realidad el sueño del Padre:
un reino donde fuera posible vivir en fraternidad.

Danos, Señor, ese mismo Espíritu que sostuvo tus pasos
para que no nos rindamos nunca, aunque nos sintamos rechazados,
y pongamos nuestras vidas al servicio de tu reino.

(Fermín Negre)

 

Noelia Viltri