Lanzarse a la loca aventura de saltar.

viernes, 7 de abril de

¿Cómo es posible que, sencillamente, el hecho de observar una imagen, un acto, un gesto lleve a cambiar paradigmas ciegos en ojos abiertos, ojos observadores con la mirada del alma. Ojos que se animan a creer. Ojos que se animan a creer sin ver. Ojos que se animan a acompañar al cuerpo a esta gran locura del “saltar”. Ojos que se animan a contemplar la belleza y la grandeza de la naturaleza presente ante ellos. Ojos animados a creer.

Este creer en la aventura de soltar. Soltar que continúa en con un saltar y que culmina con el don y el regalo de volar.

Con esto se me venía a la mente una situación particular en la que me encontraba de repente ante la experiencia del “puenting” o “bungee jumping”. Experiencia alocada, arriesgada y extrema a la que compararé con la loca aventura de la Fe. Con la loca aventura del creer.

Me imaginaba estando en un puente muy alto con muchos sentimientos, entre ellos, miedo, ansiedad, adrenalina, miedo, expectativas, mucho miedo jaja. Un alto puento en el que se encontraban personas encargadas de colocarme todo lo que tiene que ver con las medidas de seguridad necesarias para el lanzamiento seguro.Y bueno… “preparada” para lanzarme…… Sabiendo que desde el principio, estas personas me brindaron toda la info y las herramientas necesarias para que todo salga se la manera más linda y segura posible. Y comienza la cuenta regresiva… Y me tiemblan las patitas… Y me preparo, y en eso escucho detrás un grito de presión que expresaba un fuerte “¡¡¿estás lista?!!” Y grite un “¡Nooo!” seguido risas, un fuerte “nooo” que se hizo eco en todo ese hermoso paisaje que tenía frente a mis ojos.

Yo sabía que tenía atada a mí esa ESENCIAL cuerda elástica, cuerda que si no estuviera…bueno… creo que todos conocen cual sería el final…

Y me preparo, y ME LANZO!!!! Me lanzo confiada en que estoy sostenida, confiada en que la decisión de saltar fue mía, de nadie más que de mí, confiada en que una vez que mi pelo sea acariciado por el agua que se encuentra abajo, ascenderé unos metros nuevamente (producto de la energía con la que me lancé) hasta que llegará un momento en que quedaré quieta boca abajo, pero ya más relajada. Acompañada de millones y millones de emociones,por cierto, incomparables con las que se sintieron allá arriba hace unos segundos. Emociones tales como felicidad interminable, alegría, adrenalina, euforia, paz interior; emociones causadas gracias esta experiencia. Experiencia loquísima, pero inolvidable.

Y ¿por qué llegué a compararla con el creer? Creer que vendrán tiempos mejores, creer en un mañana mejor, creer en los milagros cotidianos, creer en el amor, creer en la amistad, creer en la solidaridad, creer en la esperanza, creer en los sueños, en las metas, en los proyectos, en los tiempos. Creer en la grandeza de Dios. Esto es arriesgarse,atreverse, aventurarse.

Bien dije:

  • Creer, Soltar, Saltar, Volar.

  • “Creer” que, saltando, la cuerda no se cortará.

  • “Soltar” todos aquellos miedos y dudas que me impiden lanzarme.

  • – Podríamos agregar también un “confiar”, confiar en que las medidas de seguridad son las correctas, que funcionarán y serán justamente, seguras. Así mismo, confiar en todo lo que me dijeron las personas que se encontraban en el puente.

  • “Saltar” esto es, arriesgarse, aventurarse, lanzarse, animarse.

  • – Y finalmente, “Volar”, volar hacia ese vacío increíble, increíble naturaleza regalada. Volar será una experiencia que me brindará sorpresas como por ejemplo, sentimientos que jamás creí recibiría o sentiría. Sentimientos únicos. Sentimientos que sólo podrán entenderse viviendo esta experiencia. El contarlo verbalmente no terminará de expresar lo vivido. El volar nos dará ganas de llamar a otros a experimentar lo que yo viví!!! Por el simple hecho de que es una locura, una locura increíble, una locura y de la buena.

  • Pero ¿por qué me cuesta tanto creer?¿Soltar mi pasado?¿Confiar? y también, ¿por qué se me hace tan difícil volar? ¿Será que hubo o hay algo que no estoy haciendo bien? ¿Será que no confío en Esa cuerda que me sostiene? En Esa cuerda que me sostiene día a día para que pueda soltar, soltar todo aquello que me hace mal. Todo aquello que me impide volar.

  • Hay veces en que veo tan lejos el volar que me da flojera cumplir todos los pasos previos; hasta llegar a circunstancias en las que quisiera pasar directamente a este último momento. Sin darme cuenta que, sin los anteriores, me daría contra el piso en una serie de segundos.

  • Es muy importate tener las medidas de seguridad para poder caminar el camino de la Fe. Sin la oración diaria, la Palabra, las simples oraciones en el colectivo, las entregas de todos los días, los regalos ofrecidos, las personas que nos acompañan y ayudan a levantarnos o que nos animan a caminar con Cristo, los gestos de amor, la alegría sincera, la paz del alma y cuántas más que solo vos y yo sabemos. Cuántas más medidas de seguridad son necesarias desde el principio para poder emprender la locura de saltar a la aventura de creer.

Pero me estoy olvidando de algo muchísimo más importante que es la predisposición personal para llevar a cabo estas medidas. Soy yo, y nadie más que yo, la que debe tomar la decisión, aunque todo el mundo se lance, o nadie lo haga, o unos pocos , o unos muchos. Yo debo elegir que hacer.

Una vez que estas medidas de seguridad son cumplidas, preparada (tal vez no al 100%, pero con esperanza que todo saldrá bien) ME LANZO. Salto desde lo alto. Salto para llegar alto, aunque los demás observen que estoy cayendo, aunque todos me digan que estoy chiflada, aunque haya personas que no compartan lo mismo que yo; esa fuerte necesidad interna no me la quitará nadie, nadie me la quietará, no la saciaré si no lo intento. Total, no perderé nada. Necesito lanzarme a esta Aventura. Y, confiada, me lanzo y, mientras lo hago, GRITO, grito con mucha fuerza, en tanto que me duele la boca de lo mucho que me río y de la alegría desbordante que siento. Alegría que solo conseguí lanzandome.

Tal vez si no me hubiera animado, nunca hubiera experimentado lo que estoy experimentando en este preciso momento, ahora que llegué al piso.

Sabiendo que la cuerda no se cortó ni se cortará jamás. Porque simplemente es mi Protección y lo hace día a día, protegerme de no caer al vacío de la tristeza, la desolación, la ansiedad, el dolor, del recordar recuerdos que no me hacen bien, la desesperanza. Aunque no voy a negar que muchas veces caigo en estos terribles vacíos, pero lo que me doy cuenta ahora es que esto sucede porque intento, o más bien, me lanzo directamente sin las medidas de seguridad. Y obviamente, que esto es muchísimo más arriesgado y peligroso. Pero gracias a Dios nunca caigo hasta tocar fondo, por el simple hecho de que la Cuerda siempre ha estado atada a mí, tal vez no haya tenido el casco protector o me falten otras seguridades; pero la Cuerda Misericordiosa comprende mi ser de una manera tan exelente, me comprende porque me conoce de arriba a abajo y por esta razón me sostiene, como lo hace con vos! Aunque haya momentos en que ni siquiera nos merezcamos ser sostenidos. Esa Cuerda me conoce, me entiende, me guía, conoce de tiempos, de alegrías, de dolor, conoce de promesas, de sorpresas, de misterios, de milagros. Te espera y me espera. Nos espera allí en el puente,Lista para que nos lancemos. Ha estado y estará siempre esperandonos a que nos animemos a saltar. Porque nos ama.

Sí, esa Cuerda nos ama. Nos ama hasta el punto de dar Su Vida por nuestra salvación. Prefirió dar, arriesgar, entregar Su Vida para que nosotros vivamos, para que podamos ser felices de Verdad. Para que, creyendo, confiando y soltando, podamos descubrir y experimentar la Gran Locura de VOLAR. Volar por todo el mundo, entregando amor, devolviendo a los demás todo, o al menos algo de lo mucho que Hizo y Hace por nosotros. Volar hacia nuevos lugares, hacia donde falte la esperanza, donde falte la alegría, el calor de un hogar, donde falte un abrazo, una caricia, un gesto, un oído… para que pueda experimentar la alegría de volar por los demás. No es tan difícil que aprendamos a volar reza una bella canción, solo tenemos que tener en cuenta unos pasos, pasos que deben cumplirse pasito a pasito de una manera ordenada… para que pueda lograrse y llegar a la meta esperada. Pasos que siempre debemos tener anotados en la heladera:

  • Creer

  • Soltar

  • Confiar

  • Saltar

Buenas noches.

Jime♥

 

 

 

 

Jimena Götte