El lavatorio

jueves, 13 de abril de

Cuan humilde y amoroso

tomó una toalla blanca

el Señor y puesto al hombro

una vacija con agua.

Se puso a los pies de Pedro

el Señor para lavarle

y al punto se arrojo al suelo

diciendo: «Maestro amado».

Lo miró el Señor y le dijo:

«Si no te dejas lavar

no me tendarás de amigo,

y menos podrás gozar».

Al punto se arrojó al suelo

diciendo»Lava mis pies

y todo mi cuerpo lava,

Señor aquí me tienes».

Te pido mi redentor,

aunque muy ingrato he sido,

me escuhes si te pido:

«miseridordia Señor».

Fuente: Oraciones antiguas

 

Radio Maria Argentina