Arrojate a la esperanza…
Si, esa esperanza ciega que te lleva a creer que lo imposible se puede lograr, esa esperanza que te impulsa a confiar cada vez más y más, sin la necesidad de buscar una señal particular.
Simplemente llega a tu ser para llenarte de vida, para enseñarte que no siempre vas a tener marcado el camino que te diga “si, es por acá”… y eso hermano mio, eso es el placer de estar vivo.
La posibilidad de elegir, de equivocarse, de cambiar, de mejorar, de volver a intentar una y otra vez; siempre sin quitar de nuestra vida y de nuestros actos el Dios vivo, Dios amigo.
Déjate llevar por el fuego del Espiritu Santo, El quiere actuar. No le cierres las puertas, más déjalo entrar para recibir todas las gracias que esperando por tí están.
Que tu fe crezca en cada prueba mucho más, que tus sueños te revelen la verdad de lo que El Creador tiene planeado para vos. Confía, confía y confía.
Que confiando en Dios nada se pierde, todo se entrega, todo se recibe.
Sepamos decir SI, sin dudar de que Jesús a nuestro lado está y quiere que hoy lo sigamos dejando todo lo que nos ata a este mundo terrenal.
SI, aunque tengas miedo…
Si, aunque no todos lo entiendan…
SI, aunque no sepas lo que vendrá…
SI, al camino de la santidad…
SI, a mirar a María con su bondad…
SI, a seguir a Cristo junto a nuestra cruz…
SI, a romper barreras con fe y humildad…
SI, a vivir con la esperanza de AMAR.
¡Vivamos con fé,
Amemos con fé!