Su sabiduría, nuestra lógica y su providencia

miércoles, 24 de mayo de

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: ‘Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes’.” Evangelio según San Juan 16,12-15

 

Imagina que estás detrás del Mejor Pintor y que asomándote a un costado, podes llegar a pispear algo de Su Obra, pero que mientras más contemplas Sus pinceladas, menos entendés.

 

En esta Vida tenemos la certeza en la Fe que hay mucho más, pero saberlo todo tal vez no haría más que asustarnos en nuestra pequeñez. Aspirar a que nos entre Su sabiduría en nuestra lógica sería un emprendimiento sin sentido, terminaríamos encuadrando a Dios que no se puede enfrascar, que escapa a nuestro entendimiento.

 

 

Jesús no nos deja solos ni incomunicados y la vuelta de rosca probablemente resida no en “saberlo todo”, sino por dejarnos “introducir por la Verdad”, dejarnos abrazar por la Verdad que el Espíritu Santo nos anuncia. Él nos va revelando la Verdad, lo necesario para el paso de hoy, confiando que cada detalle del día no es un hecho aislado sino que forma parte de un todo, un todo cobijado por Su Providencia amantiva.

 

Rezar en cada latido hecho paso: Dios es mi Padre. Ello es necesario y suficiente.

 

 

Luz Huríe

 

Oleada Joven