Si decides que tu vida sea diferente, podrás ver resultados diferentes. Es tiempo de gritar se acabó y lanzarte a un nuevo tiempo de victoria. Muchas veces pasamos por la vida quejándonos y sufriendo por todo, y es que simplemente lo decidimos así; abrazando las penas y tristezas. Sin embargo, si decidimos vivir plena y felizmente, lo podemos lograr. ¿Llevas tiempo viviendo en la inseguridad y la desconfianza, sufriendo por lo que pudo ser y no fue y lamentándote de cada experiencia vivida? pues decídete a acabar con todo eso.
Es necesario decir SE ACABÓ y de ahí partir hacia acciones que te liberen, que te promuevan y te posicionen. Tu valor es mucho y tu propósito es mayor que tus circunstancias. Por este motivo, es importante que hoy digas fuertemente: se acabó. Muchos dicen que la mente es poderosa, yo te recuerdo, que no más que tú. Tú tienes poder y dominio propio, solo tienes que activarlo. La depresión, la ansiedad, la soledad, la falta de una pareja o la inseguridad, no determinan quien realmente eres. A ti te determina tu capacidad de levantarte, de crecer aún en medio del desierto y de resurgir donde no hay posibilidad.
Quita de tu vida los pensamientos limitados, esos que te hacen minimizarte y ser conformista. Se Acabó; destruye el pasado, y camina en un presente lleno de oportunidades, acaba con el fracaso, con el complejo de inferioridad, con esa relación tóxica… Repítelo fuerte: se acabó. Basta de vivir para otros, sin tan siquiera tener un tiempo para ti, para amarte y valorarte. Debes comenzar por reconocerte, validarte y expandir tu territorio. ¿Cómo lo haces? Acabando con todo lo que te ha estancado y sobretodo orando al Dios de lo imposible. Te invito a leer con fe y convicción la oración de Jabes: Jabes invocó al Dios de Israel, diciendo: «Si me bendices y ensanchas mis términos y está conmigo tu mano y me preservas del mal de modo que yo no padezca…». Y Dios le dio lo que le había pedido (1 Crónicas 4:10). Cuando decimos se acabó, provocamos la bendición de lo alto, porque nos atrevemos a dar un paso que cambiará nuestro estado actual. Por tanto, es esencial que decidas hoy decir se acabó y moverte al próximo nivel de empoderamiento.
Cuando lo verbalices, no mires atrás, sino mira hacia al frente porque ese es tu camino, de frente a una nueva temporada. Si decides decir se acabó, capacítate para no retroceder:
• Cuando sientas miedo de lo que dejaste, piensa en el motivo por el cual lo hiciste.
• Cuando te sientas tentado a retroceder, piensa que hay al mejor delante de ti.
• Si no ves resultados de inmediato, piensa que la consistencia, te hará verlos más rápido de lo que imaginas. Versículo para reflexionar: Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno, eviten toda clase de mal (1 Tesalonicenses 5:21-22).