Cuando se unen la solidaridad y el reciclado

miércoles, 7 de junio de
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Fabián Oviedo tiene 47 anos y es de Alta Gracia,Cordoba y  reparte su tiempo entre su trabajo, el corretaje de artesanías y la atención de su propio negocio del rubro, sobre la ruta. Este año sumó otra tarea: la de reciclar bicicletas en desuso, repararlas y entregarlas a niños de la zona que precisan un medio de movilidad para estudiar, para realizar actividad física o, simplemente, para divertirse. “Esto comenzó en febrero. Visité a una vecina por unas donaciones y me dijo si sabía de alguien que tuviera alguna bicicleta para regalar, porque su hijo la necesitaba para ir a la escuela. Conseguí una, la arreglé y se la di. Y ya no paré: llevo entregadas cinco, y tengo tres más en proceso de reparación. Y seguiré haciéndolo”, señaló. “Es muy lindo ver la sonrisa de un niño cuando recibe una bicicleta, aunque no sea nueva. Para muchos, es la primera que tienen”, expresó emocionado Fabián.

 

Oviedo es técnico minero de profesión. Trabajó en Renault y en Minetti, representa a una empresa de artesanías en el corredor que va de Córdoba a Jujuy y es concejal de su pueblo, colindante con Alta Gracia, desde hace un año. De bicicletas, en realidad, sabía poco y nada, hasta que esa visita a una vecina necesitada cambió su cotidianeidad. “Las arreglo en casa o en el negocio. No tengo taller ni nada” explicó.

 

Por su actividad en la venta de artesanías, Oviedo recorre el interior de la provincia y buena parte del Norte argentino. Así fue que de su último viaje a Villa María, entre las cajas de mercadería se trajo una bicicleta para reciclar. Y otra quedó esperando, también lista para ser reparada y entregada. En Anisacate, la bicicleta es un medio vital, sobre todo entre los vecinos de menos recursos. “Yo solicito las bicis a conocidos o a través de una página de Facebook que tengo, y a partir de allí lleno una planilla, donde firma quien entrega el rodado en desuso y luego quien lo recibe, ya reciclado. Casi sin darme cuenta, esto fue creciendo, y la verdad es que por ahora son todas gratificaciones; la relación de confianza que se establece con los vecinos es muy linda”, aseguró.

 

No sólo se dedica a reciclar bicicletas. También lleva entregados un karting y tres televisores, y sueña con que la movida solidaria crezca y se consolide. A riesgo, claro, de que rayos y pedales le absorban cada vez más tiempo de su jornada y que 
necesite agregarle más horas al día.

 

 

Fuente La Voz del interior

 

Oleada Joven