Oración para alcanzar el amor de María

jueves, 8 de junio de

¡María, tú robas los corazones!

Señora, que con tu amor y tus beneficios

robas los corazones de tus siervos,

roba también mi pobre corazón

que tanto desea amarte.

Con tu belleza has enamorado a Dios

y lo has atraído del cielo a tu seno.

¿Viviré sin amarte, madre mía?

No quiero descansar hasta estar cierto

de haber conseguido tu amor,

pero un amor constante y tierno

hacia ti, madre mía,

que tan tiernamente me has amado

 aun cuando yo era tan ingrato.

¿Qué sería de mí, María,

si tú no me hubieras amado

e impetrado tantas misericordias?

Si tanto me has amado cuando no te amaba,

cuánto confío en tu bondad ahora que te amo.

 

Te amo, madre mía,

y quisiera un gran corazón que te amara

por todos los que no te aman.

Quisiera una lengua

que pudiera alabarte por mil,

y dar a conocer a todos tu grandeza,

tu santidad, tu misericordia

y el amor con que amas a los que te quieren.

Si tuviera riquezas,

todas quisiera gastarlas en honrarte.

Si tuviera vasallos,

a todos los haría tus amantes.

Quisiera, en fin, si falta hiciera,

dar por ti y por tu gloria hasta la vida.

Te amo, madre mía,

pero al tiempo temo no amarte cual debiera

porque oigo decir que el amor

hace, a los que se aman, semejantes.

Y si yo soy de ti tan diferente,

triste señal será de que no te amo.

¡Tú tan pura y yo tan sucio!

¡Tú tan humilde y yo tan soberbio!

¡Tú tan santa y yo tan pecador!

Pero esto tú lo puedes remediar, María.

Hazme semejante a Vos porque me amas.

Tú eres poderosa para cambiar corazones;

toma el mío y transfórmalo.

Que vea el mundo lo poderosa que eres

a favor de aquellos que te aman.

Hazme digno de tu Hijo, hazme santo.

Así lo espero, así sea.

San Alfonso de Maria Ligorio