Amado Jesús, un nuevo día me regalas
para poder disfrutar,
¿Quien como vos amigo bueno,
que podés regalar vida?.
A veces se me olvida que es un tesoro
inmenso poder abrir mis ojos al
comenzar la mañana y respirar,
poder ver a los que amo,
poder tomarme un mate calentito
cuando muchos no tienen esa dicha.
Te doy gracias por todos los gestos
de amor que a diario colocas en mi camino
y que muchos de ellos no los se ver;
y te pido con todo mi corazón que
durante el día me inspires en un tierno
susurro de paz, lo que quieras que yo haga por vos,
porque mi vida es para vos,
¡para vos nací bello Sol del amor!.
Te dono mi alma entera y
no me des lo que quiero,
sino lo que sabes que necesito,
porque muchas veces no se pedir
y oigo mis propios deseos
que nacen del amor propio,
es entonces cuando me hallo
perdido y sin rumbo.
Dígnate dulce Jesús, a iluminar mi corazón
con tus rayos de amor para que así,
con tu amor en mí, pueda oírte
y seguir lo que hoy planeaste para mi.
Amén