Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”.
Los judíos discutían entre sí, diciendo: “¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?”. Jesús les respondió: “Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente”.
Palabra de Dios
P. Luis Zazano sacerdote de la Diócesis de Tucumán
La Eucaristía en nuestra vida es la esencia de nuestra vida Cristiana, no hay Iglesia sin Eucaristía y no hay Eucaristía sin Iglesia, Iglesia no en el sentido de una infraestructura sino Iglesia en el Sentido de todo bautizado. Me gustaría meterme en tres caracteristicas:
1) Comunidad: la Eucaristía te abre al otro, no podes ser uno que comulga y luego es individualista, la comunión te lleva a buscar y a relacionarte con el hermano. Somos consanguineos
2) Eternidad: quien comulga se hace eterno, tiene a la Trinidad en su mismo interior y busca lo eterno. Toma una relación con lo alto y no está en las chaturas de la vida.
3) Coherente: un poco lo que pide la segunda lectura “cuida su conducta” es la persona que trata de dar testimonio en todo, se dan cuenta que es cristiano no porque pasa a comulgar en el templo sino por su forma de ser en la calle: sencillo, alegre y orante.
Pidamos a Jesús que hoy cuando pasemos a comulgar vivamos una fiesta en nuestro corazón y no un compromiso como que sólo marcamos tarjeta. Buen domingo.
Fuente: Radio Maria Argentina