Que ocupes el centro de mis prioridades Señor:
el centro de mis afectos,
el centro de mis sueños,
el centro de mis cansancios,
el centro de mi estudio y de mi trabajo,
el centro de mis tiempos…
Sabiendo que desde ese centro, el corazón, se acomoda el resto y todo (y todos) toma su justo lugar.
Milagros Rodón