15 de Octubre de 2019 – Evangelio según San Lucas 11,37-41

lunes, 14 de octubre de
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Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer. Pero el Señor le dijo: “¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.

 

 

 

Palabra de Dios


Monseñor Ricardo Seirutti obispo auxiliar de Córdoba y delegado episcopal para la Pastoral de Juventud

 

 

Que lindo el texto del evangelio que nos propone la liturgia de hoy, es además el día de Santa Teresa de Ávila o como la conocemos nosotros “Santa Teresa de Jesús”, algunos también llaman Santa Teresa, “la grande” por la obra de renovación que hizo en el Carmelo.

El texto que nos regala la liturgia nos muestra a Jesús que es invitado por un fariseo a comer en su casa; Jesús entró y se sentó directamente a la mesa. Recibe la invitación y se sienta a la mesa como es Él, ¡cómo está! En otro texto también, nos muestra a Jesús que dice que, los discípulos, los apóstoles lo subieron a una barca ¡así como estaba!

Que lindo saber que Jesús se presenta ante nosotros tal cual es y como es.

Ahora, el fariseo, vió,  se extrañó de que no se lavara las manos, era un rituales, no era solamente por el tema de salud, sino que, un ritual que había que hacerse, para no tocar con impurezas.

Y Jesús se dio cuenta y entonces el Señor le dijo: “usted los fariseos limpian por fuera la copa y el plato y por dentro están lleno de robo y de malicia” , insensatos dice, “el que hizo lo de afuera , ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro”.

Que lindo descubrir, a la luz de este texto del evangelio, que no hay ni fuera ni dentro, sino que nosotros, hijo de Dios hemos sido creados en la totalidad de un “ser”, de un hijo de Dios, y lo que somos por fuera también lo somos por dentro y podemos lavar mucho de fuera, que si no lavamos, purificamos de dentro, no estamos totalmente limpios, por decirlo así.

Y esto de “Den”. “Den más bien como limosna lo que tienen, y todo será puro”. ¿Y que es lo que tenemos? “Nos tenemos a nosotros mismos” eso es todo lo que tenemos. Este ser donado, dado, regalado, por Dios, eso es “lo que soy”. Lo que soy, es que:  Soy hijo de Dios, el Padre de Jesús. Impulsado por el Espíritu Santo y lo que hay en mi corazón, es la totalidad de mi ser. Mi pecado y mi gracia y eso es lo que dice el Señor que demos: “darnos tal cual somos”, sino en realidad, ¡no doy nada! Sí quiero dar, si quiero entregar, si quiero donar-ME, es a mí a quien tengo que dar, es a mi, a quien tengo que entregar. Somos esa unidad.

Que lindo este Octubre misionero que estamos viviendo, también pensemos ¿cómo estamos siendo enviados? ha entregar, a dar el evangelio. A dar el kerigma, que estamos entregando. ¿que estamos dando? si no nos estamos dando nosotros enteramente a los demás. Ese es el verdadero kerigma, como Dios me ama, quiero que ame a otros, como Dios se entrega por mí, también quiero que otros reconozcan su entrega ¿no? “por ellos” – la entrega de Jesús.

Somos enviados también para entregarnos y tenemos qué decir, regalar, dar a los demás, aquello que Jesús nos hace descubrir y nos ha dado a nosotros, que es a Jesús mismo, por eso, en esta gran misión de Octubre, dar aquello que somos.

Somos de Jesús, entregados por Él, y para Él, como Él se entregó por nosotros y para nosotros. No demos un corazón vacío, lavado por fuera, pero por dentro es cualquier cosa. Dar lo que somos, si no, no me doy todo, sino en realidad, “No doy nada”.