“Había una vez un muchacho como cualquiera de nosotros, con un corazón generoso, preocupado por las cosas que pasan día tras día, rico en dones (aunque él a veces pensase que no) y buscando la manera de seguir los pasos de Jesús.
Una noche fue a acostarse después de haber visto la televisión, de ver los noticieros donde se mostraban desastres. Desastres ecológicos como los que vemos mucho hoy en día, injusticias, conflictos, miserias provocadas por el egoísmo humano.
Estaba enojado, de muy mal humor, no entraba en su cabeza como podía haber tanto mal.
Tenía que rezar, pero no lo hizo. Y se fue a dormir.
Dormido se le presentó Jesús y le dijo:
– ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan enojado?
-¿Cómo qué me pasa? ¿Vos no sos Dios? ¿No sos bueno? Si vos lo podes todo ¿Por qué no haces nada?
Fijate todo lo que esta pasando en el mundo: Chicos que se mueren de hambre, gente que no tiene educación, jubilados que no consiguen sus derechos. ¿Por qué no haces nada frente a todos estos desastres que están sucediendo?
Entonces Jesús lo miró fijo y le contestó:
– ¿Por qué decis que yo no hice nada? Yo te hice a vos. Vos sos mi respuesta para muchos de estos problemas. Sos sano, sos inteligente, tenes posibilidades: ¿qué estas esperando para que mi respuesta llegue a quién me ande necesitando?
Jesús continuó con ternura:
–Cuando pensé en ti, pensé en todos tus dones y posibilidades y espero que hagas llegar mi respuesta. Vos sos mi respuesta a muchos de estos problemas.
El joven se quedó pensativo. Resonaba en su cabeza: Vos sos mi Respuesta.”
Si nos ponemos a pensar, ¿no habrá sido que Teresa de Calcuta fue la respuesta de Dios para miles de moribundos que necesitaban ser vistos como seres humanos? ¿No será que un doctor es la respuesta de Dios para miles de enfermos que quieren sanar? ¿Que una maestra es la respuesta de Dios a chicos que quieren aprender? Ellos eran la respuesta de Dios, como Teresa de Calcuta se puso a disposición de Dios como respuesta a muchos de estos problemas.
Y si vos y yo fuéramos en este momento lo que el Buen Pastor necesita como respuesta a muchos de los problemas que nos angustian. ¿Llegará esta respuesta a destino?