¡Él tiene un plan para cada uno!

miércoles, 19 de julio de

Analía nos comparte su experiencia sobre la Misericordia, desde el Punto Corazón de Costa Rica.

 

“Trae tu mano y métela en el costado” Jesús permite a Tomás que meta la mano en la llaga del costado. No es así con la Magdalena, a quien le dice: “No me toques”. Él tiene un plan diferente para cada uno de acuerdo a la acción de su misericordia. Santo Tomás necesita tocar al Señor; la Magdalena no.

 

El día de pentecostés cinco de las mujeres a las que hemos estado dando catequesis, recibieron los sacramentos. Dos días antes habíamos ido a la cárcel con Padre Adrián para que les diera el sacramento de la confesión. Cada una fue pasando con mucha seriedad al confesionario, solo faltaba Andrea y mientras la esperábamos aproveche la oportunidad para confesarme también ¡Qué cosa más bella y paradójica recibir este sacramento dentro de una cárcel! ¡Ser libre en una prisión! Pero lo más lindo fue poder vivir con ellas la experiencia de la reconciliación, porque tenemos el mismo corazón.

 

Al final Andrea llegó llorando, no quería confesarse, solo podía pensar en la noticia que había recibido: su bebé recién nacido iba a ser entregado al PANI (institución del estado que se ocupa de los menores), porque nadie en su familia quería acogerlo. Esta joven mujer era inconsolable, y en ese momento no tenía la fuerza para ir hasta el sacerdote, entonces el Padre vino a ella, la trató con tanta delicadeza y le propuso hablar. Ante la misericordia que vino a buscarla en el rostro del Padre Adrián, nuestra amiga pudo salir de ella misma, al igual que yo cuando soy abrazada por un rojo atardecer, al igual que Tomás cuando fue encontrado por Cristo Resucitado… una forma distinta para cada persona ¡qué belleza! Cuando Andrea terminó de confesarse el dolor seguía pero su mirada era otra. El día de pentecostés, ellas eran otras, eran mujeres libres y bellas, que esperaban la Misa como novias que esperan a su esposo.

 

¡Que el Señor nos conceda ser fieles a la manera en que él quiera mostrarnos su misericordia a cada uno!

 

Analía P.

 

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